Vecino, vecina, en este artículo conoceremos vida, trayectoria, los mensajes grabados a fuego y sentimientos del comunicador más querido de San José, departamento del que fue “embajador popular”, elevándolo a la categoría de “República”.
“Ah, vos sos de la República de San José, el pueblo de Omar Gutiérrez…”; quién no recibió esta frase como respuesta cuando al salir del departamento y entablar una charla decía que era maragato.
“El Flaco” era San José. Era un buen representante del que nos sentíamos orgullosos; humilde, buena persona, siempre de buen humor y dando un trato de igual a igual, como el nombre del programa que durante décadas condujo en Canal 4 de Montevideo y con el que se ganó el cariño y respeto de todo un país. Omar trataba de igual manera a un hurgador, un cantante famoso o al presidente de la República, pues no tenía diferentes caras que se adaptaban al interlocutor de turno.
El hombre con “el perfil más famoso” nunca se la creyó, y eso que brilló en un tiempo en que la televisión era la gran vedette y objetivo de muchos. En ese medio realizó cientos de entrevistas con su estilo, que no era más que el de un vecino cualquiera que tiene la posibilidad de preguntar, sin mucha vuelta, lo que cualquiera desearía saber.
Cómo no recordar la pelea con el ex presidente Jorge Batlle, la tarde en la que el dirigente tupamaro Jorge Sabalza quemó una bandera de Estados Unidos en vivo o cuando llevó su programa al barrio Borro, algo que en lo previo fue tomado como una locura por parte de los directivos de Monte Carlo Televisión.
Omar Gutiérrez nació el 21 de enero de 1948 en la ciudad de San José de Mayo, años después junto a toda su familia se mudó a la ciudad de Guichón en el departamento de Paysandú, donde terminó la escuela e ingresó al liceo. También vivió un tiempo con sus abuelos y cuando trabajaba en el carnaval de Malvín pasaba un mes en la capital del país, no obstante, San José fue “su lugar” en el mundo a donde tenía que regresar, siempre.
Omar, autodefinido como “biológicamente optimista y desprolijo”, se casó –los últimos años estuvo separado- y tuvo una hija.
En el deporte, fue hincha de River Plate de San José de Mayo, de Peñarol de Montevideo y de la selección uruguaya de fútbol. Estos equipos eran de los pocos que lograban ponerlo frente al televisor como espectador, dado que casi no miraba la caja boba, no le gustaban los informativos porque “parecen un banco de sangre y en cualquier momento –en el afán por captar rating- van a terminar solicitando donantes para tener más sangre aún, yo no digo ocultar la realidad, pero creo que hay cosas que se sobreentienden”, dijo en diciembre del año 2010 en una entrevista realizada por el periodista Joel Rosenberg para el portal 180.
- Polentísimo y la CW 41
En su juventud Omar tuvo una discoteca con la que animaba fiestas y hacía bailes. Muchos recuerdan que en sus inicios trasladaba todas sus cosas -parlantes, cables, enchufes y luces- en un carrito con el que recorría las calles de la ciudad hasta llegar al punto indicado. Por aquel tiempo sus clientes le preguntaban: “¿Cuánto es flaco?”, a lo que él respondía: “Y yo qué sé, lo que puedan”. Por gestos como esos, a medida que pasaba el tiempo, se volvía más popular y querido.
Cuando tenía 22 años la vieja CW 41 Broadcasting San José le abrió sus puertas al comunicador, que en dicha emisora condujo un programa de entretenimientos también llamado Polentísimo.
Al recordar este espacio “el Flaco” siempre contaba la anécdota de la tarde en que se subieron a la torre de la Basílica Catedral de San José, donde está el emblemático reloj, y solicitó a sus oyentes que se subieran a los techos de sus casas con un espejo que reflejara el sol y de esa manera poder saludarlos en vivo. Aquel día fueron muchos los que se sumaron a esa propuesta que rompió con la monotonía del pueblo maragato.
- Su arribo a Montevideo
Años más tarde, en 1978, Omar dio el salto a Montevideo ingresando a CX 20 Radio Montecarlo, donde participó en el legendario programa El tren de la noche; tiempo después pasó a conducir de Par en Par en Radio Oriental.
Al principio Omar se trasladaba desde San José de Mayo a Montevideo y viceversa en los ómnibus de la recordada ONDA, precisamente sobre esos vehículos fue que conoció a un guarda que después se convertiría en su sombra: El Colorado; tiempo después El Flaco pudo comprar su vehículo y con la llegada de ese bien material se evidenció en él otro valor humano por el que siempre será recordado: su solidaridad con quienes necesitaban una mano.
Son recurrentes los testimonios de josefinos que dicen haberse acercado al comunicador cuando, debiéndose trasladar a la capital del país o de regreso “al pueblo” le pidieron que los trasladara, a lo que Omar accedía siempre, con una sonrisa, sin inconvenientes ni pedir nada a cambio.
- Omar llega a la televisión
El Flaco, relata que su llegada a la pantalla chica se dio “por sentido común”, ya que la familia Romay era la propietaria tanto de las radios Monte Carlo y Oriental, y también de canal 4. Un día uno de ellos se le acercó y le preguntó si conocía el programa El Perro Verde que conducía el español Jesús Quinteros, dado que tenían intención de hacer algo similar en Uruguay, pero finalmente se volcaron por un formato más rioplatense como el que en la Argentina utilizaba el conductor Alberto Badía.
Omar recordaba a las risas que uno de los gerentes del canal, al verlo llegar le dijo algo así como: “Mirá Canario -apodo con el que se lo conocía en Montevideo- con esa cara, la pinta que tenés, de vaquero, fumando y tomando mate, más de 20 días no durás acá”, finalmente estuvo casi 21 años al aire de manera ininterrumpida.
Y es que realmente Omar Gutiérrez generó una revolución en la televisión nacional, no haciéndola ver como algo de fantasía, sino donde se empezaba a tratar a la vecina de “par en par” al principio y “de igual a igual” después, arrasando con su estilo la teleaudiencia de la tarde.
El padre Ernesto Popelka bailando cumbia, Petru Valensky vestido de mujer, mate, cigarrillo, salidas a los barrios, difusión de estilos musicales que históricamente eran marginados, todo lo tenía el programa de el Flaco.
“Yo agito desde Damas Gratis hasta los Redonditos de Ricota”, decía Omar para graficar si amplitud en cuanto a gustos musicales, pese a que siempre se lo ligó directamente con la música tropical. Reconocidos artistas de todos los géneros le agradecen constantemente por permitirles un espacio con tanta audiencia para difundir sus creaciones.
Este miércoles 12 de setiembre, tras conocerse la noticia del fallecimiento de Omar, fueron muchos los artistas que se expresaron reconociendo los dones del maragato. Uno de ellos fue el cantante, compositor y vocalista del reconocido grupo de rock La Trampa, Alejandro Sputone:
- Política y medios
Omar era abiertamente frenteamplista, fuerza política por la que militó en su juventud, llegando a formar parte de una lista a la Intendencia de San José en el año 2010, en la que aparecía como tercer suplente, detrás de Julio Callorda y de Walter De León, rechazando de plano la posibilidad de encabezarla como le solicitaban algunos dirigentes.
“Gobernar un departamento no es para cualquiera, esa no es mi vocación, es una cuestión de sentido común, no puedo ser tan irresponsable de aceptar”, decía Omar, “soy del Frente Amplio, siempre lo dije, una cosa es que uno lo manifiesta cuando le preguntan, creo que ninguno somos objetivo, debemos ser imparciales. Yo nunca fui funcionario de ningún partido, luchamos toda la vida para que alguien se pueda expresar”.
El Flaco nunca dejó que su orientación ideológica se mezclara con su labor periodística y era algo que dirigentes y simpatizantes de todos los partidos le reconocen hasta hoy.
De su programa de Igual a Igual es recordado su encontronazo con el ex presidente Jorge Batlle, cuando ante un cuestionamiento por su forma de encarar la entrevista lanzado por el referente colorado, Omar le respondió de manera firme: “Acertado o no uno ha intentado darle para adelante a Uruguay, porque yo quiero que este país funcione bien más allá de quién esté gobernando. Yo lo defendía a usted porque usted era mi presidente, aunque yo no lo voté”.
Otra tarde, cuando el invitado en el estudio de Igual a Igual era el ex dirigente tupamaro Jorge Zabalza para hablar de temas políticos, la charla transcurría con normalidad, dentro de la efervescencia lógica del asunto abordado por dos uruguayos, hasta que sorpresivamente Zabalza extrajo de unos de sus bolsillos una pequeña bandera de Estados Unidos y la prendió fuego, procediendo Omar a apagar las llamas pisando la bandera en cuestión que había sido arrojada al piso por su invitado.
En las elecciones de 1989 logró lo que muchos han pretendido y no han conseguido hasta la actualidad: realizar un debate con todos los candidatos a la Presidencia, a excepción del colorado Jorge Pacheco Areco, que por un retraso no pudo llegar a tiempo. Aquella contienda electoral la terminaría ganando el herrerista Luis Alberto Lacalle Herrera, por detrás de él quedaron el colorado Jorge Batlle y en tercer lugar el frenteamplista Líber Seregni.
- Reconocimientos
En el año 2007 Omar fue homenajeado en el marco de los premios Graffiti por su aporte a la difusión de la música uruguaya. “Les pido que seamos menos prejuiciosos y que le demos paso a toda la música”, solicitó el comunicador en aquel entonces. El mismo año el Flaco también ganó un premio Iris.
Hace poco más de un año atrás, el miércoles 1 de setiembre del año 2017, la Junta Departamental de San José le rindió un homenaje en vida y lo declaró ciudadano ilustre. Omar definió a aquella jornada como “el día que más me emocioné en mi vida. Más estando en mi pueblo”, dijo entre lágrimas aquella noche en la sala del deliberativo.
Además se han emitido varias entrevistas e informes especiales en diferentes medios nacionales, en los que ha quedado en evidencia el cariño que tanto colegas, artistas y público en general sienten por el maragato.
- El cigarrillo
“Estás pagando el impuesto al placer”, le dijo en el año 2007 el eximio escritor Eduardo Galeano, luego de que Omar estuviera internado en grave estado debido a un complejo cuadro respiratorio producto de su Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (E.P.O.C.).
En otra entrevista Omar contó que fumó desde los 14 hasta los 59 años de edad, cuando alguien le decía que hacía mal lo aguantaba una vez, pero si le decían dos o tres veces ya le molestaba. Agregaba que no se arrepentía de haber fumado, pero lo lamentaba. “Yo estoy viviendo con la propina” graficaba aludiendo a la fragilidad de su estado de salud.
- Hasta siempre
Omar Gutiérrez lograba cosas tan mágicas como la que una vez le describió un amigo diciéndole: “Mirá Flaco, mamá no te ve, no le gusta lo que vos haces, pero rezó por vos”. Al mencionar esta anécdota Omar se quebraba en llanto al percibir el cariño de la gente, lloraba como un chico, porque después de sus anteriores internaciones en el CTI “había quedado más sensible”, según él mismo decía. A lo último al Flaco no le costaba llorar porque en el cuerpo no le cabía tanto cariño y lo dejaba salir en forma de lágrimas. Omar lloraba, de la misma manera que hoy, todo el pueblo de San José y mucho más allá, llora con una sonrisa de agradecimiento en su despedida.
Texto: César Reyes
*Las frases citadas en este texto fueron tomadas de múltiples entrevistas realizadas por diferentes medios a Omar Gutiérrez.
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