Este mediodía la organización Familiares señaló que las confesiones muestran que las Fuerzas Armadas no están insertadas del todo en la democracia uruguaya.
Este mediodía la organización de «Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos» realiza una conferencia de prensa para expedirse sobre las actas del tribunal militar del año 2006, informó Subrayado.
La organización Familiares se mostró molesta con la actitud del tribunal de honor por desviar la atención en detalles menores como la forma en que se produjo la fuga y dejando a un costado la ampliación de las confesiones sobre el segundo vuelo y otros episodios graves.
En nombre de la organización, Ignacio Errandonea, dijo que esto deja en claro «qué fuerzas Armadas tenemos en el país».
El documento completo publicado por El Observador da cuenta de varios temas que se desconocían hasta el momento y que el coronel (r) Vázquez vertió ante el tribunal de honor.
«Tuve que matar y maté, y no me arrepiento”, dijo el coronel (r) Gilberto Vázquez ante un Tribunal de Honor en 2006.
Las actas -que se publicaron ayer en El Observador y hoy en La Diaria- se conocieron a raíz de un pedido de acceso a la información pública de «Madres y Familiares de Desaparecidos».
El documento fue entregado por el Ministerio de Defensa. El titular de la cartera, Javier García, calificó como «atroces» los dichos del militar.
Allí quedan establecidas no solo las confesiones de Vázquez sobre su participación de delitos de lesa humanidad. El exrepresor cuenta allí las circunstancias de su fuga en un contexto en el que el comandante en jefe Bertolotti le pide a él y a otros oficiales que obedezcan a los resultados de una negociación con el gobierno de Tabaré Vázquez para que vayan presos por un lapso de 8 años.
Entre esos nombres de militares estaban Ramas, Arab, Gavazzo y él mismo. El comandante le dijo que era parte de un compromiso de Tabaré Vázquez con el presidente Nestor Kirchner, ya que Argentina estaba reclamando la extradición de varios de ellos.
Entre otras cosas, Gilberto Vázquez sostuvo que en algún momento de su fuga pensó en pasar a la clandestinidad para realizar atentados y «matar gente». Entre sus posibles víctimas nombró al presidente de la República, Tabaré Vázquez.
El detenido explicó los motivos de su fuga. Relató sus conversaciones con Bertolotti y otros militares como Carlos Díaz Tito, entonces jefe de División de Ejército I.
En ese entonces el gobierno de Tabaré Vázquez se proponía negociar con los altos mandos una salida. Pero Gilberto Vázqez dijo que en Ejército había resistencia al punto que se pensó en sacarlos del país.
El exagente de inteligencia contó que fue convocado en 1989 -año en que se plebiscitó la Ley de Caducidad- la junta de generales lo hizo participe de una serie de atentados.
Dijo que se «marcó» a cuatro políticos. En las actas nombra a tres: Fernández Huidobro, León Lev y Hugo Cores. El cuarto no pudo recordarlo en la oportunidad.
Vázquez, que tenía trato directo con Fernández Huidobro, le dijo: «Si esto sale mal vos vas para arriba».
El coronel retirado declaró ante un tribunal de honor poco después de protagonizar una insólita fuga del Hospital Militar. Fue detenido pocas horas después en el Barrio Sur. Llevaba puesta una peluca para evitar ser identificado.
“Yo era un soldado e hice lo mejor que pude», explicó al tribunal militar. «Tuve que torturar y torturé, con el dolor en el alma, y me cuesta muchas noches dormir acordándome de los tipos que cagué a palo, pero no me arrepiento”.
Vázquez integró el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) durante la dictadura.
Fue condenado a 25 años de prisión por delitos cometidos en el marco del Plan Cóndor –28 casos de homicidios especialmente agravados– y a 30 años por participar en el secuestro y desaparición de María Claudia García, madre de Macarena Gelman.
Sobre este caso, puntualizó: «Tengo que ver con el segundo vuelo, con el primer vuelo, con casi todas las cosas que pasaron allá (en Buenos Aires), menos la Gelman. Esas porquerías no las hubiera permitido de ninguna manera. No hubiera permitido de ninguna manera esa porquería”, dijo Vázquez.
“El caso Gelman, no sé para qué carajo la trajeron, porque argentino que agarrábamos lo mandábamos para allá; uruguayo que agarrábamos que servía, que le podíamos salvar la vida lo traíamos para acá y sino arriba, y algún otro trajimos”.
María Claudia Irureta Goyena de Gelman fue secuestrada y traída por la fuerza al Uruguay mientras estaba embarazada. Los testimonios la ubican en la sede del Servicio de Información de Defensa (SID) en Bulevar Artigas casi Palmar.
Macarena nació en cautiverio y fue entregada a la familia de un policía. Su paradero fue conocido durante el gobierno de Jorge Batlle, a través de la actividad de la Comisión para la Paz.
Se estima que María Claudia, de 19 años, fue asesinada poco después. Por otra parte, los restos del esposo, Marcelo Gelman, aparecieron tiempo después flotando dentro de un tanque en el Riachuelo.
PRISIÓN DOMICILIARIA
Actualmente, con 75 años, Vázquez cumple prisión domiciliara en el departamento de Rivera.
Durante la comparecencia ante el tribunal de honor confesó que fue al Hospital Militar “no por dolencia” sino utilizando una estratagema para fugar.
“Lo llamé al médico, como ya había pasado otras veces. Lo empaqueté: le dije los mismos síntomas por los que otras veces me habían internado. Cuando el tipo me ve, ya es una rutina, y se lo dije con la idea de que me internara. Fue premeditado como acto preparatorio”.
En su declaración, dio su particular visión sobre la actividad represiva del Estado durante la dictadura.
«Ahora no dicen ‘ejecutar’, dicen ‘asesinar’, nos dicen ladrones y nadie dice nada. Entonces, yo ahora estoy diciendo ‘no, señor, es la verdad: nosotros ejecutamos’, no asesinamos, que son cosas muy diferentes. Nosotros no torturamos; nosotros apremiamos porque no había más remedio; el mínimo imprescindible para sacar la verdad, porque no había otra forma de combatir, y estoy orgulloso de lo que hice”.
Para él, los militares se “rompieron el culo”, dejando a “los camaradas muertos” y a “las viudas y los muertos tirados ahí”, y se “callaron la boca”.
Ante el Tribunal de Honor, Vázquez aceptó su responsabilidad en el caso de Adalberto Soba, militante del Partido por la Victoria del Pueblo que fue secuestrado el 26 de setiembre de 1976 en Buenos Aires. Dijo haber estado dos años en Argentina en procura de capturar militantes de izquierda. por aquellos años el objetivo era liquidar al PVP, un sector que se fundó en 1974 e intentaba reagruparse en Argentina para reinstalar la resistencia armada en Uruguay.
FISCALÍA
El fiscal de Corte, Jorge Díaz, recibió este viernes del Ministerio de Defensa todos los antecedentes del Tribunal de Honor de 2006 al coronel retirado Gilberto Vázquez. Díaz resolvió enviar los documentos al fiscal de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe. / Fuentes: Diario El Observador- Subrayado / Foto: Gilberto Vázquez