Los trabajadores de Molinos San José se movilizaron este miércoles a la mañana en las afueras de la planta industrial ubicada sobre la Av. Nicolás Guerra, en el marco de los paros de tres horas por turno que lleva adelante la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines (FOEMYA) por la falta de avances en el consejo de salarios del sector.
El dirigente local Israel Muñiz dijo que el sindicato fue a las negociaciones con una plataforma de tres puntos: reducción de la jornada laboral, la incorporación de psicólogos a las plantas para atender situaciones de depresión que se han registrado -algunas de las cuales han derivado en suicidios- y una recuperación salarial del 5% al vencer el convenio colectivo, en julio del año 2015.
«Lo de la reducción de la jornada laboral fue negativo ya en la primera reunión; a la segunda fueron (en alusión a los representantes de las empresas) y se retiraron antes de que pudiéramos plantear algo. Nosotros sabemos que algunas de las cosas que llevamos no van a salir de primera pero por lo menos las queríamos dejar planteadas», comentó Muñiz.
Como contrapartida, el dirigente indicó que las empresas «tomaron medidas: nos sacaron el presentismo, el convenio por ropa y los vales que cobrábamos semanalmente», lo que disparó las medidas de fuerza que están en marcha.
Muñiz informó que este jueves, la FOEMYA mantendrá una reunión «solo con el mediador» del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) en Montevideo, al que «le vamos a presentar un plan B para que se lo lleven a las empresas y ver si la semana que viene nos podemos sentar a conversar», manifestó.
El sindicalista no descartó que en caso de que el conflicto se extienda en el tiempo, pueda haber falta de harinas. Muñiz dijo que Molinos San José produce el 75% de lo que se consume en el mercado interno y que con los paros en curso «la molienda bajó a la mitad».
«Quizás no se vea ahora, en lo inmediato, pero si esto sigue es probable que haya falta porque va a haber productos que no se van a poder hacer», alertó.