El directorio de OSE aprobó por mayoría, sin el voto del representante del Frente Amplio (FA), el llamado a licitación para comenzar la obra de la planta de Arazatí, por el denominado proyecto Neptuno.
La resolución adoptada en la sesión del pasado viernes contiene varias modificaciones con respecto a las características del proyecto que venían manejando las autoridades.
El consorcio que presentó la idea original del proyecto en 2020, conformado por las empresas Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast, tendrá una ventaja competitiva de 12%.
Susana Montaner, vicepresidenta del organismo aclaró que la empresa ganadora de la licitación “diseña, construye y mantiene” la obra, mientras que la OSE “es la que hace la operación de potabilización del agua y además es la que, frente al ciudadano, hace el contrato”, por lo tanto es “la encargada de asegurar el abastecimiento del servicio público”.
En cuanto a los cambios aprobados, señaló que se tomó en cuenta un informe de la Gerencia General de la empresa que hacía referencia a la necesidad de ampliar la capacidad diaria de producción, así como de establecer una reserva mayor para casos de necesidad. Por ello, el proyecto pasó de tener una capacidad diaria de producción de 160.000 metros cúbicos a 200.000 y la reserva de agua pasó de cuatro a 15 millones de metros cúbicos.
La idea es que la obra empiece a ejecutarse este año y la planta esté operativa en 2025. La producción en Arazatí, donde se tomaría agua del Río de la Plata, equivaldría a 33% de la planta de Aguas Corrientes, que se abastece del Santa Lucía.
En tanto, en la fundamentación de su voto negativo, el director en nombre de la oposición, Edgardo Ortuño, señaló que «a pesar de los reparos planteados a nivel técnico, político y social se avanza en un proyecto con un enorme costo debido a su gestión privada”, y “sin resolverse ninguno de los cuatro recursos en su contra presentados» / Fuente: La Diaria