Insta a aplicarse la tercera dosis de la vacuna.
Una vez más el doctor Baltasar Aguilar eligió sus redes sociales para analizar la situación sanitaria entorno a la pandemia de Covid-19. Haciendo foco en lo local aseguró que ante la presencia de la variante Ómicron “no estamos igual que antes”. A continuación el análisis completo compartido por el galeno.
ÓMICRON: NO ESTAMOS IGUAL QUE ANTES
COVID-19 parece no dar tregua. Estábamos festejando lo que algunos consideraban el final de la pandemia, cuando una nueva variante del virus, Ómicron, apareció en África y se difundió vertiginosamente por todo el mundo. En Uruguay ha dado lugar a una nueva ola de contagios nunca vista.
Veamos un ejercicio de preguntas y respuestas para aclarar, en un solo artículo, de manera sencilla, los aspectos fundamentales de este momento de la pandemia.
1- ¿Por qué surgen nuevas cepas o variantes?
Porque reproducirse está en la naturaleza de los virus y de todos los seres vivos. Cuando los virus se reproducen, cometen errores y cambian de aspecto, mutan (no es que el virus mute para enfermarnos mejor, muta porque comete errores al multiplicarse). Digamos, para entendernos, que se pone otro disfraz y cambia la llave con la que entra a nuestras células.
2- ¿Por qué surgió Ómicron? Porque al estar el coronavirus circulando durante mucho tiempo en un lugar, tiene más probabilidades de reproducirse y cometer errores. Los ricos del mundo decidieron vacunarse ellos y dejaron a los pobres del mundo sin vacunar. El virus sigue circulando, muta, y se expande. Reacción de los líderes mundiales: cerrar fronteras para que la gente de esos países pobres y enfermos no entre a los países ricos. Medida tonta. En otras palabras: seguiremos teniendo nuevas cepas debido, entre otras cosas, a los incompetentes que gobiernan el mundo y a la incompetencia de los organismos internacionales, por ejemplo, OMS. Estas nuevas olas se deben, entonces, a la política. A la mala política. Mientras no se vacune por igual a todo el mundo, los virus seguirán mutando y la amenaza de lo peor de la pandemia continuará. Esta pandemia también ha servido para mostrar el verdadero rostro del mundo actual: Sudáfrica, donde surgió Ómicron, fue capaz de organizar un campeonato del mundo de fútbol hace once años con inversiones incalculables pero ahora no ha llegado al 40% de la población vacunada. Hay países donde no se llega ni al 10 por ciento.
3-¿Qué se sabe de Ómicron? Que es más contagiosa que otras variantes. Mucho más que el virus más contagioso que se conoce, el del sarampión. Un caso de sarampión daría lugar a 15 casos a los 12 días. Un caso de ómicron originaría 216 a los 12 días. O sea: TODOS
NOS PODEMOS CONTAGIAR.
Probablemente sea una cepa más benigna que las anteriores, porque ataca menos a los pulmones, actúa sobre todo, a nivel de la vía aérea superior. De ahí que los síntomas sean diferentes: más dolor de garganta, dolor de cabeza y más secreción en la nariz y menos tos y fatiga.
4- ¿Estamos igual que en 2020 y 2021? ¿Volvimos para atrás? No. Hemos avanzado. Estamos otra vez asediados pero ahora con un alto porcentaje de personas vacunadas.
5-¿Sirve vacunarse? Si. Sirve porque la vacuna no impide que nos infectemos pero previene, evita la enfermedad grave y la muerte. ¿Eso significa que si estoy vacunado no me voy a infectar? No. Todos podemos infectarnos. ¿Significa que si estoy vacunado no me voy a morir? No, es muchísimo menos probable que se muera pero en medicina (en la vida) no hay nada totalmente seguro. Nada. Ninguna compañía aérea le asegura que no se caerá el avión que usted va a tomar, pero usted lo toma igual porque la probabilidad de que se caiga, dados los antecedentes de la aviación y de esa compañía, es muy baja.
Entonces, si la vacuna no me da seguridad de no infectarme ni de no morirme, ¿por qué me debería vacunar? Los datos son contundentes: la inmensa mayoría de enfermos graves y fallecidos son no vacunados o se dieron solo una o dos dosis. Estar vacunado quiere decir, tener tres dosis. Actualmente hay muchísima gente infectada pero (todavía al menos) pocos internados graves y fallecidos porque la vacunación ha sido importante. Así que no estamos igual que al principio.
6-¿Qué hay que hacer? Cuidarse: usar otra vez tapabocanariz en lugares cerrados y en lugares abiertos donde hay mucha gente. Evitar aglomeraciones. Ventilar los ambientes. Reunirse de ser posible, al aire libre. ¿Por qué debo otra vez usar tapaboca si al fin de cuentas es una enfermedad leve? Porque si estoy vacunado, a mí no me pasa nada o me pasa poca cosa pero puedo estar contagiando a una persona no vacunada o que tiene pocas defensas, incluso en mi propia familia y que sea vulnerable y Ómicron pueda causarle enfermedad grave, incluso la muerte. Si hay muchos contagiados, a pesar de que mueran pocas personas, al haber muchos enfermos, habrá muchos muertos. Además, se contagia el personal de salud, que entra en cuarentena y licencia médica, y no hay tanta gente para suplantarlos. Los efectos de esta ola de Ómicron pueden resumirse así:
-ausentismo laboral por síntomas o cuarentenas
-presión sobre el sistema de salud al haber muchas consultas en emergencias y Policlinicas;
-personal de salud enfermo y certificado.
Piense en sí mismo pero piense también en los demás.
Eso de que yo hago lo que quiero con mi salud y con mi vida es injusto y no solidario. Puede hacer lo que quiera siempre que no perjudique a los demás: por ejemplo se sienta a fumar adentro de su casa solo, y está bien, haga lo que quiera, pero usted solito, no perjudique a los demás fumando en lugares públicos. Esa tontería de hago lo que quiero se sustenta, además, en que si se enferma porque ha decidido hacer lo que quiere con su salud y es el campeón de los rebeldes, los demás pagan su atención médica; si tuviera que pagar de su bolsillo peso sobre peso el dineral que cuesta la asistencia no sería fácil ser tan liberal. Mientras otros mantengan hospitales y sanatorios es fácil adoptar la postura de “yo hago con mi salud y con mi vida lo que quiera”. Eso es una guarangada. Si en lugar de tener el sistema de salud solidario que tenemos donde los costos de la salud se reparten entre todos, se tuviera que pagar según los riesgos que asume cada cual, las cosas serían diferentes. No estoy abogando por un sistema así que sería muy injusto. Pero cuidemos lo que tenemos. Recuerde que no hay compañía de seguros que le pague por su auto o su vida lo que Ud quisiera si anda a 200 km por hora o cruza con semáforo rojo o mata a alguien. Los rebeldes posmodernos son muy rebeldes pero con los dineros públicos.
7- ¿Qué vacunas me tengo que dar? La tercera dosis. Y vacunar a los niños de entre 5 y 11 años. Y si aún no se ha dado ninguna dosis, pues se sugiere que empiece a dárselas.
8- Las vacunas y el teléfono celular. ¿Por qué tengo que vacunarme cada poco tiempo? Por la misma razón que tengo que cargar el teléfono celular. Porque, digamos así para entendernos, el sistema inmunitario, nuestro sistema de defensa se descarga y hay que re-car-gar-lo. ¿Con qué se recarga un celular? Con un cargador. ¿Con qué se recarga el sistema inmunitario? Con la vacuna, que le vuelve a dar cada poco tiempo información para que siga produciendo células y anticuerpos, es decir, defensas. Probablemente así será hasta que salga una vacuna que le dé carga una vez y para siempre. Recargue su aparato inmunitario: vacúnese. Cuídese…