El establecimiento en España impuso una estrategia para evitar que cualquier cliente demore demasiado al momento de pedir su orden.
La crisis sanitaria presentó un contexto sumamente hostil para los propietarios de establecimientos gastronómicos. Imposibilitados de usar las instalaciones internas y obligados a atender a la clientela al aire libre por la amenaza del virus, varios bares y cafeterías tuvieron que reinventarse para sobrevivir. Uno de éstos llegó a una ingeniosa estrategia para deshacerse de cualquier cliente dubitativo al implementar un impuesto “por adivinar”.
Un usuario de Twitter compartió el extraño tributo que factura un establecimiento de España por la lentitud de su clientela. En su publicación, incluyó una foto del ticket que recibió luego de comprar un café y en el que se le puede ver un cargo extra.
“Cargo por técnicas adivinatorias aplicadas al café”, indica la factura emitida en un local de la ciudad de Logoroño.
En su publicación, el cibernauta, uno de los encargados del local, explicó por qué implementaron este cargo. “‘Debido al creciente ‘no sé qué tomar’ y cafés ‘raros’ hemos tenido que empezar a cobrar las técnicas adivinatorias”, escribió uno de los encargados del bar Pizarrín.
A su vez, el propietario del local, Alberto Álvarez explicó que se trata de una broma con clientes de toda la vida. “Somos una cafetería familiar y, al final, los clientes son más amigos que otra cosa. Con el cachondeo, te dicen ‘si al final vas a tener que cobrar por adivino’ y le he puesto el cargo en el ticket y se lo he dado”, sostuvo en diálogo con el Huffington Post.
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