Merienda escolar saludable ¿Parece imposible? La clave es sencilla: VOLVER A COCINAR.
Colaboración para San José Ahora del licenciado en Nutrición, Manuel Santos
Comenzaron las clases y con ellas la preocupación diaria de qué merienda escolar le van a brindar a sus hijos.
Por el tiempo ajustado que la rutina conlleva, generalmente lo más práctico es brindarles dinero o la compra directa de alimentos ultraprocesados como lo son galletitas, alfajores, golosinas, bebidas azucaradas y otros tipos de snacks, que en fin, seria la misma decisión que tomaría un niño frente a una góndola con el dinero brindado. Estos son alimentos que en su contenido tienen alto aporte de azúcar, sodio y grasas. Un dato importante es que nuestro país atraviesa por la mayor tasa de sobrepeso infantil en América Latina. Es muy importante que los niños aprendan a comer sano desde sus primeros años, debido a que estos hábitos que se generan en edades tempranas, son los que se llevaran a cabo el resto de la vida y los condicionaran positiva o negativamente según su comportamiento alimenticio.
Merienda escolar saludable ¿Parece imposible? La clave es sencilla: VOLVER A COCINAR.
Todas las familias tienen recetas que se heredan de generación en generación, incluso el olfato trae recuerdos durante la preparación, la torta de la abuela, la crema de la tía, la tarta de frutas de mamá.
Cuando cocinamos en el hogar podemos seleccionar los ingredientes y las formas de cocción, así como agregar menos sal y azúcar. En otras palabras, preparar comida casera amplía el abanico de alternativas saludables. A su vez, se puede compartir la organización de ¿Qué cocinar? o compartir la compra y la preparación de las comidas, lo cual fortalece los vínculos y la convivencia familiar.
Aquí les brindo ejemplos de preparaciones que pueden utilizar para meriendas escolares, aquellas que incluyen harina, se puede optar por una integral:
Galletas de avena, scones o magdalenas caseras. Se puede preparar en grandes cantidades y almacenar para el resto de la semana.
Refuerzo de jamón y/o queso. Se le puede agregar una rodaja de tomate.
Galletas de arroz solas o con una rodaja de fiambre. Llevar las galletas por un lado y el fiambre por otro para que no se ablanden.
Manzanas o peras al horno (rellenas con una cucharadita de azúcar rubia y canela y luego cocinarlas hasta que doren).
Rapidita rellena con jamón y queso o a gusto del niño.
Barras de cereal, barras de granola, copos de maíz o cereales.
Frutas picadas con canela
Pan de banana, de ciruela o de nueces con una feta de queso.
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