La edila Melisa Hornes (PN) prepara una moción.
Como todos años, a esta altura, la polémica por los efectos de la pirotecnia en mascotas y personas con discapacidad, se reaviva.
El pasado lunes, en la Junta Departamental, el edil del la lista 40 del Partido Nacional, Marcelo Pianzolla, pidió a la Intendencia que analice la instrumentación de una campaña de sensibilización, instando a la población a disminuir su utilización.
Este jueves, en el programa Según como se mire de Radio 41, la edila Melisa Hornes de la lista 50, consideró que hay que «ir más allá» y anunció la presentación de una moción simple tendiente a evaluar la prohibición de la pirotecnia sonora en territorio josefino, algo que en los últimos días también hizo Flores.
El asunto no es nuevo en el deliberativo: la Comisión de Legislación tiene en carpeta tres iniciativas tendientes a regular su utilización, de los ex ediles Wilson Rodríguez (FA), Lilian Zerpa (PN) y Diego Mariño (PN)
La Comisión, incluso, llegó a actuar sobre el tema, invitando a diferentes reuniones a médicos veterinarios, integrantes de la escuela Florecer -que atiende a chicos con autismo- y a responsables de empresas vinculadas al rubro.
Hornes reconoció el impacto de la palabra «prohibir» y dijo que analizó la idea junto a su agrupación. No obstante ello, se mostró convencida de que debería ser el camino a seguir. “Como otras cosas en el país, hay cosas que están prohibidas y otras que no”, remarcó.
Del mismo modo, dijo estar al tanto del efecto económico de una eventual inhabilitación, sobre todo para aquellas personas que «hacen una changa» durante estos mediante su comercialización.
Por eso, la edila dijo que su iniciativa está pensada para que el «2021 sea un año libre de pirotecnia sonora» y no en las fiestas de este año.
En el mismo programa, Fabricio Aguilar, titular de la empresa Arcoiris, dijo tener algunas discrepancias. “Creo que falta información” apuntó, a la vez que expresó su disposición a colaborar con los ediles.
Aguilar aseguró que desde hace tres años trabaja junto al Servicio de Materiales y Armamento del Ejército, Bomberos y Ministerio de Defensa para que los artículos de venta libre se califiquen como de alto, medio y bajo impacto sonoro.
El empresario, además, consideró imposible establecer una prohibición de pirotecnia sonora, ya que «todo hace ruido”.
“Un chasquiboom hacer ruido. Una caña, cuando sale, hace ruido. Las baterías de luces tienen un motor que las impulsa. Yo creo que lo que se puede hacer es limitar la cantidad de decibeles, porque no hay nada que no tenga ruido», insistió. “Y es un camino en el que estamos, y estamos trabajando”, afirmó.
Aguilar reconoció que durante el período anterior fue convocado por la Junta para dar a conocer su postura. Sin embargo, manifestó que, en ocasiones, siente que no es escuchado.
Asimismo, y tras recordar que está en el rubro desde los 12 años y que la empresa que dirige ya pasó por tres generaciones de su familia, admitió que «en algún momento te dan ganas de dejar el rubro».
Recordó también que su empresa da trabajo directo a unas 40 personas y de forma indirecta, en las próximas dos semanas, a otras 150 sólo en San José.
«Podemos dejar de vender algunas cosas, pero yo creo que lo que se apruebe debe ser consensuado entre todas las partes involucradas”, opinó.
“Porque estamos hablando, en este caso, de algo que pasa 15 minutos en Navidad y 15 minutos el 31 de diciembre. A lo largo del año pasan un montón de otras cosas que también afectan a mascotas y personas y no se las controla«, concluyó.