Vivían en una choza, pero el pequeño tuvo una idea brillante. Ocurrió en México.
Berenice es una mamá soltera oriunda de México que vivía y trabajaba en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, California. Con la crisis desatada tras la pandemia de coronavirus, perdió su empleo y quedó en la calle con sus dos hijos: Aaron, un nene de 8 años, más una niña de 2. La única opción que tenían era acomodarse en un refugio precario.
Si bien la mujer se la rebuscaba para criarlos, no tenía herramientas para que su hijo mayor haga las tareas de la escuela o estudie porque no tenía conexión a Internet. A su vez, debía ir a un restaurante para usar sus duchar y poder bañarlos.
Un día, el nene de 8 años le pidió a la mamá plata para comprarse algunos caramelos, pero como no tenían dinero, le dijo que no, y le hizo un chiste: “¿Por qué no te armás tu propio negocio y así te comprás lo que querés?“. Esta frase resonó en la cabeza de Aaron, y así se le ocurrió una idea.
El chico decidió armar un emprendimiento vendiendo plantas. Primero, le contó la idea a Berenice, y ella le dio sus últimos $12 dólares para que los invierta. Con ese dinero compró ocho suculentas, y las comenzó a vender en la puerta de su humilde hogar. A este negocio le puso “Aaron’s Garden” (en inglés, “el jardín de Aaron”).
Al principio fue recuperando su capital inicial, y luego sus ganancias fueron creciendo poco a poco. Además, consiguió donaciones en una plataforma para recaudación de fondos, y con esa plata pudieron no solocomprar un departamento para vivir la mamá junto a sus hijos, sino hacer crecer el emprendimiento. /Fuente: Radio Mitre
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