«Es un llamado de atención» para la población, dijo e hizo hincapié en que «el único elemento para combatir esta pandemia es el aislamiento».
El director de Salud de Durazno, Luis Ayçaguer, dijo esta mañana en conferencia junto al intendente Jorge Reyna que es departamento «lamentablemente creyó que era inmune» al coronavirus e instó a que la población mantenga el distanciamiento social.
Ayer el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) informó que Durazno se sumó a la lista de departamentos afectados junto a Canelones, Colonia, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, Paysandú, Río Negro, Salto y San José y dijo que hay 552 casos positivos de coronavirus en Uruguay desde el comienzo del brote a mediados de marzo.
Ayçaguer señaló que el paciente contagiado que apareció en Durazno «es un llamado de atención» para la población y que «solo nosotros podemos ayudarnos».
«El único elemento positivo para esta pandemia es el aislamiento y Durazno lamentablemente, lo hemos visto, creyó que estaba inmune a esta patología entonces uno veía en la calle o haciendo colas fuera de un lugar. En consecuencia hago un llamado a la conciencia de que ahora el virus está en Durazno y si no tomamos conciencia las cosas se pueden agravar», planteó.
«El virus está entre nosotros», insistió. «Queremos ver menos gente en la calle y mas tomando conciencia de que esto es grave», afirmó.
El director de Salud contó que el caso positivo de coronavirus en Durazno trata de un hombre mayor de edad que presentó síntomas y tras realizar dos cuarentenas y luego de que persistieron los mismos, se le realizó un hisopado que confirmó que contrajo el virus. «Lo que empezó siendo una patología banal se terminó complicando», dijo antes de relatar que el paciente es «cardíaco, obeso, hipertenso » y por tanto «susceptible a la afectación por el virus».
Ayçaguer también informó que el hombre se encuentra en aislamiento en su casa y que a seis personas de su entorno se les realizará el test para determinar si también tienen coronavirus. El protocolo también establece medidas en los lugares de trabajo de los familiares. / Fuente: El País