La ministra de Economía y Finanzas explicó que la prioridad de su cartera pasó a ser la emergencia sanitaria, pero que trabajan para que no se corte la cadena de pagos.
La emergencia sanitaria generada a raíz del coronavirus va a tener un impacto “muy significativo” en la economía uruguaya a partir del tercer o cuarto trimestre de este año, según explicó la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, en entrevista con el semanario Búsqueda.
La jerarca indicó que se parte de una situación compleja, de una caída de la actividad y la recaudación fiscal. «Y ahora lo que tenemos son indicadores de que todo se deterioró (…) el impacto va a ser significativo y claramente este trimestre va a ser de caída de la actividad», puntualizó.
Por esta razón, Arbeleche indicó que los planes de la cartera de mejorar las cuentas públicas pasaron a un segundo plano y que ahora la prioridad pasó a ser la emergencia sanitaria.
“Hoy nuestra prioridad es que tiene que estar la plata para el respirador, para el refugio de las personas mayores, para que coma el que está en la calle, para aquel que se queda sin trabajo. Tiene que estar la plata para todos los grupos más vulnerables”, indicó la jerarca al semanario.
Pero, además de garantizar los fondos para atender las necesidades sanitarias, Arbeleche señaló que “la obsesión de este momento” es que no se corte la cadena de pagos y que el problema de liquidez de las empresas no se convierta en uno de solvencia que las obligue a cerrar sus puertas definitivamente.
En este sentido, anunció que en las próximas semanas el Estado recibirá alrededor de US$ 1.500 millones de una línea especial creada para paliar los efectos del Covid-19 más préstamos usuales.
A raíz de la pandemia, las tasas de interés internacionales “están a niveles históricamente bajos”, explicó la jerarca, por lo que desde el gobierno están “aprovechando para solicitar toda la liquidez que podamos en este momento”.
“También trabajamos para fortalecer financiamiento precautorio; ya no líneas que desembolsemos en las próximas semanas, sino aumentar las líneas contingentes con estos organismos. Serán por lo menos US$ 1.000 millones adicionales. Esto es del BID, el Banco Mundial, Fonplata —que es menor pero también está— y la CAF; el FMI no está en las líneas que estamos manejando ahora”, agregó la ministra.
“El mensaje es: no vamos a escatimar recursos para la provisión de liquidez del sistema”, subrayó.
Por otro lado, Arbeleche explicó que este “no es un año perdido”, pero que sí es un retroceso. “Visualizo, no sé si en el tercer o cuarto trimestre, que podríamos empezar a trabajar esa agenda pendiente: me refiero a una institucionalidad fiscal diferente; a una reforma de la seguridad social que hay que abordar; a la mayor eficiencia de las empresas públicas; a la apertura internacional”.
Lo que sí sigue en pie, añadió, son las medidas de ahorro que establecen topes al gasto público.
Este ahorro, remarcó, no se va a trasladar en una mejora en las cuentas públicas porque “vamos a tener un gasto significativo por otro lado, para atender la emergencia que nos implica esta crisis”.
Sin embargo, más allá de los efectos nocivos que esta emergencia tenga en la economía, Arbeleche indicó que “es importante entender que esto es un shock transitorio. No sabemos cuánto va a durar; tampoco lo sabían los demás países, pero algunos ya se están recuperando. (…) Tenemos que resistir este embate, atender la emergencia sanitaria y social, e intentar que los motores de la economía sigan funcionando, porque si no, no llega el remedio y el alimento. Y también para que después la reactivación, la recuperación, sea más fácil”. /Fuente: Telenoche 4