Gran asistencia convocó la marcha realizada este viernes por el Día de la Mujer que organizó la Comisión de Equidad y Género del Plenario San José del PIT-CNT.
El punto de partida estuvo ubicado en la esquina de las calles 25 de Mayo y Pbro. Bentanacur, en donde hubo diferentes intervenciones alusivas a la jornada.
Luego, la misma transitó por calle 25 de Mayo hasta Plaza de los Treinta y Tres Orientales, en donde hubo espectáculos y lectura de proclamas.
Al dar a conocer la elaborada de la central sindical, Nahir Bell, integrante de la Comisión, dijo que los reclamos que motivaron el Día están «más vigentes que nunca».
«Seguimos reivindicando mejores condiciones laborales, salarios más dignos y muchas (siguen) sin poder sindicalizarse» expresó.
En ese sentido, aseguró que continúan existiendo «patronales que fomentan el miedo» cuando saben de la intención de sus trabajadoras de sindicalizarse.
«Se lo pueden preguntar a compañeras de muchos comercios de por acá», añadió al respecto.
Bell dijo también que a raíz de ello, con frecuencia son «despedidas, en la mayoría de los casos, con argumentos denigrantes, como bajo rendimiento».
«Sabemos que a esta gente no le interesa que nos unamos y conozcamos nuestros derechos», manifestó la también presidenta del SIFAM.
En este marco, sostuvo que «el panorama que se avecina es oscuro. El neoliberalismo avanza con fuerza. Alcanza con ver lo que pasa en Argentina y Brasil», ejemplificó.
«El fascismo va ganando terreno, impidiendo que las conquistas continúen y que se puedan mantener las que tenemos», recalcó la dirigente.
En Uruguay, dijo que uno de sus objetivos es eliminar los Consejos de Salarios y consideró que, de ocurrir, «las primeras perjudicadas van a ser las mujeres, sobre todo aquellas con sus derechos laborales más vulnerados, como las empleadas domésticas», afirmó.
Bell hizo referencia también a la situación de las trabajadoras de los servicios de acompañantes, que si bien han logrado «algunas mejoras», son tratadas «como mercancía descartable» y se les pagan «sueldos de hambre» por «cargas de horarias inhumanas»
También señaló el caso de «las compañeras rurales» -«no las de las cuatro por por cuatro, la pareja del peón» precisó- que, afirmó, viven «una relación perversa con la familia contratante, haciéndoles creer que forman parte para asegurarse su gratitud, anulando toda posibilidad de reclamó».
«Esa compañera va por la vida segregada, reproduciendo luego a cadena de desigualdad a través de sus hijos y los de los patrones», subrayó.
En el final de su oratoria, Bell sostuvo que «hay mucho camino por recorrer. Nuestras conquistas hay que defenderlas, mantenerlas y mejorarlas».
Para ello pidió «unidad más que nunca» y «apelar a la solidaridad» para «no retroceder un paso».
Posteriormente, se dio lectura a la proclama de la Intersocial Feminista, que llevaba como título «Ante el fascismo, más feminismo».
Una de las que encargadas de darla a conocer fue la asistente social Teresita Varela, referente local histórica en la lucha por los derechos de la mujer.
Varela reclamó presupuesto para que «la ley de violencia hacia las mujeres basada en género pueda implementarse y con ella ponerle funto final a la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes».
También demandó «educación en derechos humanos, igualdad de género, diversidad sexual y antiracismo en todo el sistema educativo público u privado».
Del mismo modo, «libertad sobre nuestros cuerpos, elegir cuándo y cómo ser madre, elegir no serlo» y par poder «decir basta a la violencia obstétrica».
En ese sentido, pidió «servicios de aborto en todo el país, accesibles y respetuosos para todas. cualquiera sea nuestra nacionalidad».
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