Un perro fue abandonado en el río San José pero se salvó gracias a la valerosa acción de dos jóvenes. Bomberos no habría intervenido por falta de bote salvavidas.
En la noche del pasado domingo una activista pro derechos de los animales fue notificada de que en la zona conocida como “La Playa Vieja” había sido abandonado un perro. Pero eso no era todo, el can había sido atado en la vegetación existente en el lugar, lo que le impedía ponerse a salvo. La situación se tornaba más compleja si se toma en cuenta que el cauce del río se encontraba crecido.
Fue así que un grupo de vecinos avanzó por calle Uruguay hasta llegar al final de ésta, en el río San José, pero no escucharon nada. Temieron lo peor. Pese a eso y tras una noche angustiante, este lunes a las 13:30 volvieron al punto antes mencionado, pero afortunadamente esta vez la situación cambió, dado que el perro dio señales de vida.
Los aullidos desgarradores denotaban que quedaba poco tiempo, había que actuar rápido y así se hizo. Testigos del hecho dijeron a San José Ahora que se llamó al destacamento de Bomberos, pero una vez los funcionarios estuvieron en el lugar del hecho habrían manifestado no poder ingresar a efectuar el rescate dado que no contaban con un bote para tal labor. Esto generó indignación entre los vecinos que comenzaban a elevar la voz reclamando una solución a los trabajadores, pero al parcer estos no la tenían.
Cuando los soldados del fuego se aprestaban a abandonar el lugar, dos adolescentes se acercaron, se trataba de Matías y Leandro, ambos de 16 años de edad y vecinos del barrio, quienes se despojaron de algunas prendas quedando solo en short y se adentraron en el agua y la vegetación. No necesitaron un bote. Entraron los dos y clavada en su espalda la vista de los vecinos con la esperanza de que volvieran con el animal en peligro. Así fue. A los pocos minutos salieron, ya no eran dos sino tres, pues con ellos venía un perro negro, grande de tamaño y con la mirada llena de gratitud. Los primeros que lo reciben son otros dos perros.
El perro recibió la atención correspondiente y se confirmó que se encuentra en perfecto estado de salud por lo que quedó en el merendero “de Raquel”, ubicado en calle Uruguay a escaza distancia del río, a la espera de alguien que lo adopte.
– “Este es el pobre perro que salió”, dice una vecina en un video que captó el momento del rescate, y remata con un “¡Gracias gurises!”. Gracias, gurises.
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