El Frente Amplio se retiró de sala.
La Junta Departamental finalmente no llegó a considerar, anoche, la moción urgente presentada por la edila del FA, Gabriela Muñoz, referida a la presencia de arsénico en el agua potable del Kiyú en niveles superiores a los recomendados para el consumo humano.
Fue debido a que la bancada del Partido Nacional no acompañó su inclusión el orden del día.
Al argumentar la postura del oficialismo, el edil Gonzalo Simone, dijo, en primera instancia, que la moción de Muñoz estuvo mal planteada, ya que su título estaba referido al proyecto de construcción de la toma de agua de Arazatí que OSE tiene a estudio.
«La moción no estaba referida a un tema de contaminación arsenical sino al proyecto Arazatí, que es un tema que fue planteado por el ex director (de OSE) Alberto Casas hace más de 20 años, por el que el Frente Amplio, en 15 de gobierno, no hizo nada», subrayó.
Por otra parte, sostuvo que Muñoz pudo haber evaluado otros mecanismos para llegar directamente a OSE, como por ejemplo, realizar un pedido de informes “si es que había interés de llegar a OSE cuanto antes”.
«El Frente Amplio, además, tiene un diputado en este departamento, que supongo podrá actuar. Nosotros tenemos contacto con el senador Camy, también con el diputado Bacigalupe. Había otras formas«, insistió.
«La edila es una edila nueva, pero tiene en su bancada ediles veteranos en los que podría apoyarse para saber cuál puede ser el mejor proceder«, consideró Simone.
En este marco, Simone dijo que la postura del oficialismo también fue para poner orden. «El Frente Amplio hace ya varias sesiones que viene planteando mociones urgentes que a nuestro entender no lo son. Y en este caso el tema de moción, que según su título era sobre el proyecto Arazatí, no es algo urgente«, opinó.
Simone estimó, finalmente, que tanto la edila como el Frente Amplio «querían prensa».
Muñoz, por su parte, se mostró «sorprendida» por la postura del Partido Nacional, sobre todo «teniendo en cuenta la gravedad del tema”.
“Tenemos en el departamento 15 mil personas tomando agua con niveles de arsénico por encima de lo permitido», dijo la edila, quien indicó que además de suceder en Kiyú también ocurre en Libertad, si bien para el caso de esta ciudad, OSE adoptó algunas medidas de control.
«La idea era poner el tema sobre la mesa, dirigimos a OSE como Junta, conocer en detalle qué es lo que va a hacer, más allá de lo que se ha dicho en las últimas horas a través de la prensa, que es que el problema va a estar solucionado antes de noviembre. Para nosotros la salud de la gente es sin dudas un tema urgente», remarcó.
Por otra parte, Muñoz dijo no comprender la postura del oficialismo cuando «la posición de la intendenta Bentaberri ha sido totalmente diferente. Ella sí se mostró preocupada e incluso fue ella la que nos gestionó la reunión que tuvimos con las autoridades de OSE», recordó.
La edila dijo que insistirá con el asunto, y que por eso ya solicitó una nueva audiencia al organismo, para «poder hablar de este tema y del proyecto Arazatí, que pensamos que es la solución definitiva a este problema del arsénico y muchos otros de San José y de buena parte del Uruguay», concluyó.