En una extensa reflexión que publicó en sus redes sociales, el director departamental del INAU, Dr. Daniel Fabreau, hizo un balance de lo actuado al cumplir un año en esa función.
Tras señalar que asumió el cargo «con las ganas y el entusiasmo de trabajar en mi ciudad y con nuestros gurises«, subrayó que también lo hizo con «la determinación de querer cambiar las cosas» para «modificar la realidad de nuestros niños y adolescentes».
«No ha sido fácil, ningún proceso de cambio es simple y soy consciente de ello. A un año en la Dirección de INAU debo confesarles que las dificultades han sido muchas» y algunas de ellas «desde afuera» que «no ayudan».
Fabreau reconoció que ha debido transitar «caminos inciertos» que lo han llevado a «adoptar decisiones que para muchos pueden ser resistidas. Es imposible dirigir un Servicio con la conformidad de todos, pero créanme que cada una de las decisiones responden a un proceso de análisis en cuanto a su pertinencia», aseguró.
No obstante ello, dijo advertir «un contexto que por momentos se manifiesta adverso y con poca voluntad de cambio». Aún así «sigo creyendo en otras realidades», afirmó. En esa línea, el director admitió que para lograr sus objetivos deberá «contagiar», «motivar» y «recordar cuál es nuestra misión».
Finalmente y luego de agradecer a «quienes son parte de este proceso», Fabreau dijo a quienes «no son parte del mismo» que «es a su conciencia a donde deben acudir porque nuestro faro son ellos, nuestros niños, que nada saben de lealtades, de acuerdos o desacuerdos, de impulsos y de frenos. Ellos son niños y/o adolescentes que solo nos piden que en algo podamos contribuir a cambiar sus vidas», concluyó.