Trabajadores del boliche Aloha Garden se movilizaron a primera hora de la tarde de este lunes frente al edificio central de la Intendencia de San José, ante la decisión adoptada por la comuna en los últimos días de cerrar ese local nocturno, ubicado sobre el Camino Guaycurú, a un par de kilómetros de ruta 3.
Según explicaron, la decisión fue adoptada «de un día para el otro» a instancias de una acción presentada por Marcos Vitette, junto a su abogado Dr. Federico Diana. Vitette es uno de los propietarios del predio en el que se encuentra el baile.
Los trabajadores se sienten rehenes de la situación y reclaman a las partes que puedan acordar una prórroga de al menos 6 meses, lapso durante cual el boliche volvería a funcionar, mientras intentan encaminar su situación laboral.
De acuerdo a lo informado son cerca de 60 las personas que cumplen tareas en Aloha, entre barras, mantenimiento y limpieza entre otros sectores. Del mismo modo, es fuente indirecta de trabajo para otras tantas, entre las que hay vendedores ambulantes, distribuidoras y taxistas.
Tras la concentración, algunos de los empleados ingresaron al edificio de la Intendencia para intentar ser recibidos por la titular del Ejecutivo, Ana Bentaberri, gestión que no prosperó. Por tal motivo, dejaron sus datos para ser convocados en los próximos días.
El boliche funciona desde hace cuatro años en el mismo lugar, algo que lleva a los trabajadores a preguntarse cómo fue posible si exista algún impedimento.
San José Ahora dialogó tanto con Vitette como con Bentaberri, pero ambos prefirieron no hacer declaraciones sobre el asunto.