Es triste que algunas personas se quieran hacer dueños de lo ajeno y más cuando se trata de una mascota.
Justamente eso fue lo que le pasó Kevin Coachman cuando unos adolescentes se llevaron a Lucca, su amado perro de servicio del patio trasero de su casa, en un suburbio del sur de Harvey.
Lucca es un adorable pastor alemán de un año y medio, con un peso de casi 28 kilos, especialmente entrenado por The Seeing Eye, una organización que ayuda a personas con discapacidad visual, para asistir a Kevin.
El dueño de Lucca comenzó a perder la vista en 2001 después de que le dispararon varias veces durante un robo de auto. El daño a largo plazo lo hizo quedar completamente ciego hace cuatro años.
Desde entonces, Kevin quien era un maestro mecánico que alguna vez jugó al fútbol semi-profesional, fundó una organización sin fines de lucro para las personas sin hogar después de quedarse sin vivienda.
Este hombre estaba devastado, después de pasar todos los días con su perro ya su vida no era lo mismo sin su mejor amigo. Kevin no paraba de rezar para que Lucca, su compañero en los último tres meses, volviera a casa.
Afortunadamente, las oraciones de este hombre fueron escuchadas un sábado por la mañana cuando recibió la llamada que le devolvió “nuevamente la vista”.
Uno de los jóvenes del vecindario que se había robado a Lucca había cambiado de opinión y decidió regresarlo.
«Estoy muy contento de tener de vuelta a mi perro guía, mi amigo y mis ojos», dijo Kevin.
Después de una declaración de Kevin en un medio local el adolescente lo llamó y le dijo que sus amigos se habían llevado a Lucca y reconoció que estaba mal.
«Estaba sentado aquí y él se acercó y me lo dio, me dijo su nombre y lo que estaba haciendo», reveló Kevin.
El día del robo Kevin y Lucca habían estado haciendo mandados y regresaron a casa caminando desde la estación de tren.
«Lo llevé a casa directamente al patio trasero mientras entré para darle de comer y conseguirle agua, y cuando regresé mi perro ya no estaba», dijo Kevin.
Desde el regreso de Lucca no han parado las manifestaciones de apoyo y solidaridad, incluso algunos vecinos se acercaron a la puerta de la casa de Kevin para compartir su alegría.
«Cuando lo escuché decir que por favor devolvieran a su perro, o al menos que fueran bueno con él, porque es un buen perro, me hizo llorar», dijo Gineen O’Neil.
Aunque el robo de Lucca fue una experiencia muy amarga para Kevin, reconoce que este incidente renovó su fe en la bondad de las personas.
«Estoy tan contento de que haya recuperado a su perro, también siento cariño por el cachorro», dijo Joy Bays, vecina y amiga desde hace mucho tiempo de Kevin.
Kevin dijo que uno de los adolescentes que tomó a Lucca, tuvo un «ataque de conciencia» después de ver la historia los medios locales e hizo lo correcto.
«Estar sin Lucca era como caminar en una habitación oscura y no sabes con qué te puedes tropezar o quién está en esa habitación, algo así. Siempre da miedo», dijo Kevin.
También celebramos el regreso de Lucca con su dueño compartiendo esta emotiva historia.
/Fuente: zoorprendente.com
Leé todas las noticias en 👉 www.sanjoseahora.com.uy