A un mes de la desaparición de Micaela Onrrubio, el abogado de la familia, Dr. Germán Sfeir, aseguró que la búsqueda no se detendrá y que el caso «sí avanza»
Fue en el marco de la concentración llevada a cabo esta noche en la plaza Cagancha de la ciudad de Rodríguez, de la que fueron parte unas 200 personas.
«Es un día difícil. Parece que fue ayer que estábamos rompiendo los cocos con ella», dijo Darío Onrrubio, padre de Micaela, al abrir la oratoria.
Como en ocasiones anteriores, dijo que la familia de la joven ya no sabe «cómo seguir» y que únicamente se apoyan «en la fe y la esperanza».
Una vez más, además, pidió a la Fiscalía mayor agilidad a la hora de habilitar los procedimientos que son necesarios para seguir intentando ubicar a la mujer.
Y nuevamente, también, se dirigió a Gabriel Pistón, al que volvió a pedirle que hable: «no me convenzo de que tenga un corazón de roca», dijo.
Sin embargo, el padre de Micaela dijo que «si no lo quiere hacer por nosotros, que lo haga por su familia, a la que también destruyó».
Onrrubio dijo que ha podido hablar con la madre del imputado, que «no halla consuelo» por lo sucedido. «Llora, tiene vergüenza de salir, miedo», aseguró.
Por ello, pidió a la comunidad ser comprensible con su situación. «Parte el alma verla llorar», subrayó.
Por su parte, el Dr. Sfeir rechazó versiones que han circulado y que señalan que la búsqueda se detendrá. «Eso es un disparate: la búsqueda no se va a finalizar», sentenció.
De todas formas, admitió que no seguirá con la misma intensidad inicial, en virtud del natural repliegue de las fuerzas que hasta el momento han colaborado.
Aún así, se mostró seguro de que en caso de volver a ser convocadas, retornarán a la localidad.
Paralelamente, señaló que a diferencia de la percepción que en general existe, el caso «sí está avanzando».
Al respecto, explicó que desde la última concentración, hace 10 atrás, hasta hoy, ha surgido elementos que si bien pueden por sí solos no ser significativos «en el cúmulo, nos permiten tener cada vez más claro lo que estamos siguiendo». Como ejemplo de ello, citó el hallazgo de ropa con sangre del imputado.
Los discursos se cerraron con una proclama leída por integrantes del colectivo Ni una menos, quienes denunciaron «el silencio cómplice de quienes podrían aportar datos y deciden callar».
Recordaron que en Uruguay, siete de cada 10 mujeres dicen haber sufrido violencia de género, y exigieron la implementación, en su totalidad, de la Ley de Violencia basada en Género.
Del miso modo, demandaron que se continúe la búsqueda y que la desaparición de Micaela sea considerado como un agravante a la hora de condenar a Pistón.
También pidieron que se investigue el caso de Jimena Basignani, cuya desaparición se produjo hace 15 años atrás.
«Estos no son hechos aislados sino consecuencia de la violencia machista de esa sociedad patriarcal que nos sigue desapareciendo y matando por ser mujeres», concluyeron.
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