Las autoridades del Club San José presentaron el viernes las acciones que pretende llevar adelante para sacar a la institución de la difícil situación que atraviesa.
Fue en el marco de un acto llevado a cabo para conmemorar los 125 años de la institución, que se cumplieron el pasado 1° de marzo.
Su presidente, Pablo Fuentes, ratificó que los ingresos son escasaísimos y que es necesaria la implementación de medidas para que el Club «permanezca».
Una de las «patas» de esas acciones será modificar su estructura para «volverlo accesible» e «incluir a mucha más gente», según manifestó.
A tales efectos, y dentro de las posibilidades existentes -ya que el Club es monumento histórico- se lo dotará de una rampa de acceso sobre calle 25 de Mayo.
Para ello será necesario remover de donde se encuentra el monumento a Paco Espínola, obra de Heber Riguetti, que será «donado a San Jose» dijo Fuentes.
También se prevé la incorporación de baños accesibles, un ascensor para llegar hasta la terraza y transportadores para ir al salón principal.
A esto se le sumarán trabajos de recuperación de planchadas y otras tareas similares, producto «del deterioro lógico de más de medio siglo» indicó el presidente.
Paralelamente, se pondrán en marcha gestiones para que el Club sea incluido en las agendas de actividades tanto departamental como nacional.
En ese marco, y de cara a un eventual convenio con el Ministerio de Transporte para realizar las obras, la ISJ ya se comprometió a hacerse cargo de los fondos que el Club deba aportar,
Fuentes señaló que, como contrapartida, la institución estará a disposición del gobierno departamental para eventos que decida realizar allí.
«De lo contrario, de nada sirve remodelarlo si no va a ser ‘consumido'» indicó.
La directiva no solo presentará su proyecto al MTOP sino también al Ministerio de Educación y a la Comisión de Patrimonio, entre otras entidades.
«Ahora arranca la etapa de golpear puertas», remarcó. «Ahí veremos que aceptación tenemos», añadió.
De todas formas, se mostró confiado en una receptividad positiva. «Es inimaginable el entorno de la plaza sin la Basílica Catedral, sin el Teatro Macció y sin el Club San José», concluyó.
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