El especialista en asuntos medioambientales, Ing. Daniel Panario -grado 5 de la Facultad de Ciencias- resaltó la «parsimonia» con la que las autoridades han buscado soluciones para resolver el problema de la escollera de Boca del Cufré.
Parario, que este jueves visitó San José, había advertido de los efectos de la estructura sobre las costas del departamento de Colonia en el año 1993.
«La parsimonia con la que se ha actuado parece ser lo más adecuado, porque no se le puede pedir a toda ese entorno que después de años de funcionar de una manera se reacomode de un día para otro», comentó al respecto.
Atendiendo un dictamen judicial, el pasado 2 de noviembre el Ministerio de Transporte puso en marcha obras de retiro parcial del espigón, que continuarán luego de Semana de Turismo.
De todas formas, Panario dijo desconocer si lo que se está haciendo garantiza el resultado buscado. «Me parece bien, reitero, la parsimonia. Ahora, si se van a tener resultados o no, no lo sé», expresó.
El ingeniero estuvo en al capital departamental para encabezar una charla sobre los efectos de la agricultura en los cursos de agua organizada por la Regional San José de la Red de Agroecología.
A su entender la situación «es grave en todo el país». Las aguas se encuentran con un «muy alto grado» de fertilización, lo que ha llevado a la aparición, cada vez con más frecuencia, de algas tóxicas.
Sin embargo, dijo que si bien el gobierno ha reaccionado no ha adoptado las medidas correctas. «Lo que parece es que hay voluntad política pero falta algo de conocimiento», comentó.
La distancia mínima a la que un cultivo debe estar de cualquier curso de agua fue señalada como uno de los tantos ejemplo de ello.
«Se establece una distancia mínima para todos los casos, sin tener en cuenta el área de inundación que generan las crecientes, como si el río fuera un caño por el que circula el agua de manera homogéneo. Y claramente no lo es», remarcó.
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