Marcelo Rodríguez, el propietario de Lv Bar, boliche contra el que en las últimas horas surgió una fuerte denuncia de discriminación racial, es desde hace varios años uno de los conductores de los desfiles del Carnaval de San José.
Para este domingo, Rodríguez se preparaba para ser parte del desfile de Llamadas, con el que se dará cierre a la Fiesta de Momo de este año a nivel local. Sin embargo, eso no sucederá.
Según contó a San José Ahora, a raíz de la denuncia, desde la comisión organizadora se comunicaron con él para pedirle que no lo hiciera debido a «supuestas amenazas de algunos integrantes de comparsas que no sabían qué medida podía tomar si yo estaba en la conducción».
Rodríguez dijo que el argumento manejado por la comisión fue el de «resguardar mi integridad física» y evitar que se produjera «algún episodio de violencia». Por eso «me pidieron en forma elegante, me sugirieron dar un paso al costado», indicó.