El 7 y 8 de abril habrá reuniones de cancillerías.
Las tensiones que dejó el incidente entre Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou durante la conmemoración de los 30 años del Mercosur van camino a subsanarse en el terreno de las propuestas concretas.
El diario Ámbito Financiero de Buenos Aires informó que el gobierno argentino está dispuesto a negociar. Propone llevar a cero casi 2.000 posiciones arancelarias. Esto implicaría eliminar barreras sobre el 22% del nomenclátor común, señalan fuentes diplomáticas del gobierno kirchnerista.
La cancillería de ese país cree que es necesario actualizar el arancel externo común.
Una fuente del sector dijo al medio que se quiere negociar «desde un Mercosur unido».
El foco del conflicto -dijeron fuentes políticas- es la posibilidad de desarrollar negociaciones unilaterales, por fuera del bloque, y la baja de aranceles comunes.
El secretario de Relaciones Económicas de Cancillería argentina, Jorge Neme, dijo que la palabra «flexibilizar» da lugar a «muchas ambigüedades». «Necesitamos iniciativas concretas», comentó.
Para el gobierno argentino el discurso de Lacalle Pou -defendido también por el presidente Bolsonaro y Abdo- parece «muy moderno», pero luego «choca con la realidad».
Neme puso como ejemplo la realidad de las barreras sanitarias y las medidas de protección que cada uno de los países toma.
En ese sentido, apuntó a un hecho que le ocurre a Argentina, que espera desde hace 16 años un certificado fitosanitario de Corea del Sur para exportar carne.
La cancillería liderada por Felipe Solá cree que si Uruguay negocia unilateralmente con China, el Mercosur «pierde razón de ser».
Fuentes diplomáticas dijeron a Ámbito Financiero que si Uruguay firma un tratado de libre comercio con China -como quiere Lacalle- y ésta por ende tiene las fronteras abiertas del resto de los países del Mercosur, se corre riesgo de que Argentina pierda «capacidad productiva» frente a bienes chinos que «pueden inundar el mercado«. / Subrayado.