La diócesis de Canelones tenía cinco contratos vigentes y el párroco de Florida había firmado dos con la empresa Hernandarias XIII.
Varias entidades de la Iglesia Católica uruguaya tenían contratos vigentes y figuran como inversores afectados por la crisis de la empresa Conexión Ganadera.
Entre ellas, se encuentra la diócesis de Canelones. La circunscripción tenía cinco acuerdos firmados con Hernandarias XIII, empresa propiedad del principal socio de Conexión Ganadera, Pablo Carrasco, y de su esposa, Ana Iewdiukow, que se encargaba de comprar o arrendar predios directamente para dicha empresa, según informó La Diaria.
Estos contratos eran por un monto total de US$ 542.553 para arrendar terrenos para la cría de terneros en el departamento de Artigas. El obispo de Canelones, Heriberto Bodeant, confirmó al citado medio que las inversiones se fueron realizando “gradualmente”.
“Para el funcionamiento de la diócesis era algo muy bueno, porque nos pagaban los intereses en fecha y eso nos aseguraba el cumplimiento de muchas obligaciones”, aseguró.
Bodeant afirmó que la circunscripción usó ese mecanismo de inversión porque era una “empresa conocida” con 25 años de trayectoria y que era liderada por empresarios “con presencia pública”.
El obispo lamentó la situación por afectaciones que pueda haber sobre el funcionamiento de la diócesis y contó que la principal idea que tiene su abogado “es activar demandas por la vía civil y no por la penal”.
Otra de las entidades afectadas es la congregación de monjas salesianas Hermanas Hijas de María Auxiliadora por un monto total de US$ 182.244. Este contrato con Hernandarias XIII fue firmado por la hermana Dinorah González Berenguer y vencería el próximo 26 de febrero.
Por otra parte, dicho medio informó que César Buitrago, quien es el párroco de Florida —ciudad de donde era oriundo Gustavo Basso— tiene dos contratos con Hernandarias XIII, por un monto total de US$ 127.715.
Quien era el otro principal socio de Conexión Ganadera falleció en noviembre en un accidente de tránsito y en la catedral de Florida se realizó una ceremonia “de cuerpo presente” en ocasión de su velatorio.