Los posibles escenarios para el balotaje cambian según la consultora, y van de no llegar a conocer al ganador, a una brecha de 5 puntos.
En la noche del domingo 24 de noviembre de 2019, el candidato a presidente del Frente Amplio, Daniel Martínez, se negó a reconocer la victoria de Luis Lacalle Pou, que a la postre se convertiría en el primer mandatario.
La razón que justificó la negativa de Martínez a conceder a Lacalle Pou la victoria electoral era básicamente matemática. Según el escrutinio primario realizado por la Corte Electoral, la fórmula del Partido Nacional (Lacalle Pou-Beatriz Argimón) tenía una ventaja de votos menor a la cantidad de votos observados que se procesarían en los días posteriores.
Finalmente, concluido el escrutinio, en un total de 2.341.584 votos a los candidatos, Lacalle Pou obtuvo 1.189.313 (48,8%), mientras que la fórmula del Frente Amplio (Martínez-Graciela Villar) llegó a 1.152.271 (47,3%). La diferencia, finalmente, fue de 37.042 votos (1,5%).
En los últimos días, las principales encuestadoras del país han proyectado una segunda vuelta para el próximo domingo que, en lo previo, parece que también tendrá un escenario de alta paridad y que se definirá por pocos votos.
La consultora Opción fue la que, junto a la Usina de Percepción Ciudadana, más diferencia dio a favor de la fórmula del Frente Amplio compuesta por Yamandú Orsi y Carolina Cosse. En ambos casos dieron en torno a un 3% de diferencia en la votación a favor del Frente Amplio, pero la cifra incluye proyección de indecisos, por lo que son números que hay que tomar con “cautela”, coincidieron ambas encuestadoras.
En tanto, si se consideran los 2.443.801 votos emitidos que hubo en las elecciones nacionales del pasado 27 de octubre (89% de los habilitados), se puede estimar que 1% equivale a unos 24.500 votos.
Es decir, según la proyección de Opción (49,7% para Orsi-Cosse y 45,5% para Delgado-Ripoll), la diferencia —de 4,2 puntos porcentuales— sería de algo más de 100.000 votos, lo que plantearía un escenario de victoria para el Frente Amplio en caso de concretarse sin la necesidad de esperar por los observados. Además, el futuro presidente de la República se conocería la misma noche del domingo.
Sin embargo, Opción marca algunos intervalos de confianza que van, en el caso de Orsi, de 47,5% (mínimo) a 51,9% (máximo); y en el caso de Delgado van de 43,3% (mínimo) a 47,7% (máximo).
En el caso de la Usina de Percepción Ciudadana, que marcó una diferencia de 3 puntos porcentuales, con y sin proyección de indecisos, la brecha entre las fórmulas sería de más de 70.000 votos, por lo que tampoco habría que esperar a conocer los votos observados que serán, tal como ocurrió en octubre, entre 30.000 y 35.000.
Factum y Cifra: más apretado
Por su parte, las proyecciones de Factum y Cifra son mucho más ajustadas y la diferencia sería de apenas unos miles de votos en caso de concretarse.
Factum pronosticó un “resultado incierto”, con 47,1% de intención de voto para la fórmula del Frente Amplio y 46,6% para la del Partido Nacional: una diferencia de 0,5, que son apenas 12.000 votos.
La situación, según Cifra, es similar. La consultora liderada por Mariana Pomiés estimó una intención de voto para la fórmula frenteamplista del 47% y para la del Partido Nacional de 46,4%. Si se toman los 24.500 votos que equivalen a 1 punto porcentual, en este caso una diferencia entre ambos sería de apenas 14.700 votos.
Equipos, por su parte, dio una diferencia a favor de Orsi de 1,8: 48% de intención de voto para la fórmula frenteamplista y 46,2% para la del Partido Nacional.
Ese 1,8 punto porcentual implicaría una diferencia en cantidad de votos por encima de los 40.000.
Por lo pronto, en el escenario que plantean Factum y Cifra la elección del presidente y la vicepresidenta no estaría definida hasta contarse los votos observados (aunque tienden a favorecer a la Coalición Republicana), que se empezarán a escrutar el martes 26 de noviembre.
En tanto, si se diera una coyuntura como la planteada por Equipos, a última hora del domingo se sabrá qué bloque político gobernará el país en los próximos cinco años.
En líneas generales, todas las encuestadoras coinciden en que habrá entre 5% y 6% de votos en blanco o anulados, que equivalen a entre 120.000 y 140.000 votos.