“Sesentypico” no es solo una canción; es como ese amigo que te da un sacudón de realidad mientras te invita a tomarte la vida con calma.
Julio Altamirano tiene un almacén en el barrio El Berral de San José de Mayo, es militante social y cantautor. Tiempo atrás lanzó “Desencerrate”, el primer libro de su autoría y en las últimas horas compartió en redes sociales su última creación, «Sesentypico», una canción que mezcla de reflexiones profundas y frases que resuenan en el corazón, esta letra pone sobre la mesa lo que muchos pensamos pero no siempre decimos: la vida es una montaña rusa, y de todo —lo bueno y lo malo— se aprende.
- De los tropiezos se sale caminando (y aprendiendo)
Desde el arranque, la canción te lleva por un viaje que mezcla risas y lágrimas: «caminé despacio, caminé de prisa». ¿Quién no ha pasado por eso? Lo interesante está en cómo las lecciones se transforman en mensajes claros y sin rodeos: «tres patadas en el culo para que aprendiera». Sí, a veces la vida enseña con golpes, pero, como bien lo dice la canción, lo importante es levantarse con más fuerza.
- Un canto a la paz y las buenas vibras
En tiempos donde parece que todos están listos para pelear, esta canción es un respiro de aire fresco. «Ojo por ojo, diente por diente no practico más» es una declaración de principios que deja claro que el rencor no lleva a nada bueno. Y esa frase tan poética como optimista —«te ofrezco diez mil rosas por cada espina que das»— es un recordatorio de que devolver amor siempre es la mejor opción.
- Agradecer es la clave
Entre tantas cosas, «Sesentypico» destaca por su llamado a la gratitud. No solo por lo que tenemos, sino también por lo que viene en camino y hasta por los sueños que otros logran: «tres gracias al universo por los sueños recibidos». Un mensaje sencillo pero poderoso que nos invita a mirar la vida desde otro ángulo.
- Sueña bien, atrae mejor
Si creías que pensar positivo era cosa de memes motivacionales, esta canción te lo dice claro: «sueño en positivo, atraigo positivo». Una forma de recordar que, aunque la vida tenga sus días grises, lo que siembras es lo que cosechas.
Con su estilo relajado, frases que llegan al alma y un mensaje de paz que nunca pasa de moda, «Sesentypico» es una invitación a vivir más liviano, agradecer lo bueno y aprender de lo malo. Si todavía no la escuchaste, ¿qué estás esperando?
- Sesentypico
Caminé despacio, caminé de prisa,
caminé con llantos, caminé con risas,
caminé pisando todas las cornisas,
y le tuve miedo a cosas que ahora me dan risa.
Creo en lo que veo y en lo que no veo,
si me tiras humo yo también lo creo,
por tu buen discurso y por tu buen fraseo,
creo en todas tus mentiras hasta las que no te creo.
Por tomar atajos sin que nadie viera,
se encargó la vida que me devolviera,
en forma de karma para que doliera,
tres patadas en el culo para que aprendiera.
Ojo por ojo diente por diente no practico más,
yo no soy tanque de guerra, yo soy flores para la paz,
el que quiera que me arranque, yo me vuelvo a replantar,
y te ofrezco diez mil rosas por cada espina que das.
Tres gracias al universo por los sueños recibidos,
le volví a dar las gracias por los que vienen en camino,
y le dije muchas gracias por los sueños de un amigo,
tres gracias al universo por tus sueños y por los míos.
Aprendí en la vida a ser agradecido,
por las cosas buenas que me han sucedido,
y por las cosas malas de las que he aprendido,
que ganarle a la vida es nunca darse por vencido.
Ser un hombre rico no es tener dinero,
que no siempre gana quien llega primero,
los miedos se construyen con los sueños rotos,
que el que piensa por nosotros ya nos tiene prisionero.
Sueño en positivo atraigo positivo,
nunca sale el sol para quien siembra el mal,
porque el universo tiene establecido,
que hacia ti regrese lo que a otro tu deseas.
Letra y música: Julio Altamirano