La cola del cuerpo celeste “será larga y espectacular” debido a su propio tamaño y la cercanía del Sol. Averiguá cuándo, dónde y cómo verlo.
Ya casi llegó el momento en el que se podrá apreciar en el cielo el cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, conocido también como “el cometa del siglo”.
El cuerpo celeste fue descubierto por el Observatorio Tsuchinshan (China) el 9 de enero de 2023 y luego por el programa de vigilancia ATLAS desde Sutherland (Sudáfrica) el 22 de febrero.
Cómo y cuándo verlo
Según consigna la web especializada Cometografía, se trata de un cometa nuevo procedente de la Nube de Oort con perihelio el 27 de setiembre, y que podría alcanzar un máximo brillo de magnitud 2 en octubre de 2024. En ese momento resultaría observable a simple vista desde todo el mundo, y especialmente en el hemisferio sur.
Permanecerá observable desde la Tierra hasta mediados de octubre, a simple vista desde todo el mundo al anochecer.
Ya en la segunda quincena de octubre, el cometa ascenderá rápidamente en el cielo, y llegará a ser observable en condiciones de oscuridad total, especialmente a partir del 20 de octubre, cuando ya no habrá interferencia de la luz lunar y su brillo aún se mantendrá en magnitud 3,5 al límite de la observación a simple vista.
Hacia finales de octubre, todavía con ausencia de la Luna al inicio de la noche, el cometa podría tener un brillo de magnitud 5, situándose a una altura de 30° sobre el horizonte desde el hemisferio norte y a 15° desde el hemisferio sur; se necesitarían entonces al menos unos pequeños binoculares para observarlo visualmente.
El cometa será apreciable también durante noviembre e incluso hasta diciembre, aunque en este último mes solo se lo verá en el hemisferio norte.
Un brillo nocturno
Según publica Diario de Las Pampas, los astrónomos que han seguido la trayectoria de Tsuchinshan-ATLAS pronostican que su cola “será larga y espectacular” debido al tamaño del cometa y a su cercanía con el Sol.
La expectativa es que brille tan intensamente como el famoso cometa Hale-Bopp, que pasó por la Tierra en 1997.
Según el astrónomo brasileño Pedro Bernardinelli, “la proximidad de la Tierra y el Sol creará condiciones ópticas ideales para intensificar su brillo”, y explica que aunque los cometas son difíciles de predecir, “es justo decir que será un cometa espectacular”.