Fernanda Auersperg dijo que la primera persona internada es conocida por los equipos de la cartera e ingresó “con un alto grado de desnutrición”.
Desde el pasado domingo rige el protocolo de internación compulsiva a personas en situación de calle cuyo estado, por salud mental o consumo problemático de drogas, represente un riesgo para sí o para terceros.
Fernanda Auersperg, directora nacional de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) explicó que, hasta el lunes, se habían realizado dos intervenciones.
La primera de ellas, dijo, es “una persona crónica de calle. Los equipos la conocen desde hace más de 12 años, que tiene su capacidad de juicio muy afectada, problemas cognitivos importantes, delirios que generan muchos problemas entre los vecinos y los comercios de la zona”.
De esta persona, agregó, “a lo largo de los años, además, se ha ido viendo su deterioro cada vez peor en cuanto a su salud mental y física” y “en el ingreso al centro hospitalario se definió que tenía un alto grado de desnutrición”.
Auersperg detalló que la voluntad de la ley es que “que sea atendida como corresponde, tanto en su salud física como mental”.
Junto al Ministerio del Interior se realiza el traslado involuntario y, al llegar al centro hospitalario, comienza a regir toda la normativa establecida por la ley de Salud Mental, aclaró la jerarca.