Se detectó que varias palmeras emblemáticas del boulevard Aparicio Saravia ya han sido afectadas por el insecto pese a las labores de prevención.
La plaga de picudo rojo ya ha afectado y matado a cientos de palmeras de la especie Phoenix canariensis en el departamento de San José y a miles en todo el territorio de Uruguay. En San José de Mayo son notorios los casos registrados en el ingreso Este a la ciudad, pasando el puente Carretero, algunos ejemplares ubicados en barrios, parque Rodó y sobre la ruta 11. Ahora se deben sumar otros ejemplares emblemáticos de la capital josefina, unos 15, ubicados en el boulevard Aparicio Saravia.
Eduardo Scanziani, director de Paseos Públicos, se refirió a las acciones que desde mayo de 2023 viene implementando la Intendencia de San José en procura de prevenir que más palmeras sean atacadas por la plaga.
En tal sentido indicó que se implementa el plan de prevención sugerido por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; se han geolocalizado y “vacunado” ejemplares y se colocaron trampas con feromonas. No obstante, Scanziani advirtió que “el problema grande que tenemos” es que el tratamiento no es cien por ciento efectivo.
Aclaró que se busca “que la afectación sea la menor posible”, al tiempo que señaló que de las 107 palmeras existentes en el boulevard Aparicio Saravia, unas 15 ya presentan síntomas de presencia de picudo rojo.

- Qué es el Picudo Rojo
El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una especie de coleóptero de la familia de los gorgojos, originario del Asia tropical. Es un gorgojo de gran tamaño, entre dos y cinco centímetros. Su color rojizo ferruginoso lo hace inconfundible.
Las larvas perforan galerías de más de un metro de longitud en los troncos de las plantas que hospeda, comprometiendo la vida de estas y convirtiendo al R. ferrugineus en una plaga. Sus plantas hospedantes son fundamentalmente de la familia de las palmeras, como el Cocos nucifera (cocotero), Elaeis guineensis (palmera del aceite) y el género Phoenix, entre ellas Phoenix canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera), aunque se han constatado ataques en otras especies incluyendo el palmito Chamaerops humilis.
Las plantas afectadas por la plaga sufren amarilleamiento y marchitamiento, pudiendo llegar a producirse la muerte del pie afectado. El control de esta plaga es complicado y se utilizan diferentes técnicas preventivas o curativas, como último recurso se proceda a la eliminación de los pies afectados y los que se sospecha pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.