El experto Federico Revello expone cómo los bots y las granjas de clics pueden manipular la percepción en redes sociales.
No todos los me gusta y comentarios que ves en redes sociales son reales. Federico Revello, experto en el mundo digital y director de la agencia Kordenada 36, realizó un experimento para demostrar cómo es posible manipular la percepción ciudadana a partir de las publicaciones en X, ex Twitter.
«El objetivo es alertar a las personas que sus opiniones pueden ser manipuladas e influenciadas sin que lo detecten», comentó a El Observador.
Qué son los bots
Primero hay que entender algunos conceptos sobre esta maniobra.
Hay muchos tipos de bots: están los buenos, que por ejemplo ayudan a dar alertas en tiempo real de accidentes de tránsito en una aplicación. Y los «malos», que pueden ser automatizados para, por ejemplo, spamear: enviar mensajes no solicitados, irrelevantes o repetitivos a un gran número de destinatarios con un fin malicioso (robar dinero, recolectar información personal, manipular la opinión de otro).
Muchos de esos bots nacen en las llamadas «granjas de clics»: organizaciones o grupos que tienen una infraestructura montada para realizar clics de manera manual en enlaces y generar todo tipo de interacción con un contenido. La meta es clara: inflar métricas de rendimiento y popularidad de manera fraudulenta para beneficiar a sus clientes, que pagan por el servicio.
Según Revello, puede suceder que una persona pueda manejar unos 300 celulares para dar ese like.
Acceder a estas granjas de clics es como comprar en una tienda en internet. «En cuestión de horas y a veces incluso minutos, el servicio queda listo», reveló el experto.
Se puede pagar con criptomonedas y hasta con tarjetas de crédito o de débito, dependiendo del lugar.
¿Por qué realizar este experimento?
Revello quiso demostrar lo fácil que es realizar estas acciones para cualquier usuario en el contexto de una campaña electoral.
El experto consideró que este tipo de intervenciones «pueden definir una elección» al influir en la opinión pública.
«Es fundamental que los votantes tomen decisiones informadas y libres de manipulaciones. Mi objetivo es alertar a la población sobre estas prácticas y promover una mayor conciencia y responsabilidad digital», afirmó.
Estas son las estadísticas reportadas por Revello del tuit analizado.
Así fue el experimento
Junto a Revello, elegimos una frase que expresara lo opuesto a lo que queríamos demostrar: «Una elección no se puede manipular en redes sociales».
Revello decidió contratar miles de bots para que cumplan distintos roles sobre el mismo tuit.
Tras más de 48 horas buceando en internet e intentando encontrar esos lugares clandestinos e ilegales, pudo dar con los marketplaces. Finalmente, pagó unos US$ 500 para demostrarlo en el experimento.
Lo hizo de diferente formas: contrató más de 3.000 bots para que le dieran me gusta al tuit, más de 1.000 para que hicieran retuit, más de 100 para que guardaran el bot, más de 20.000 para que simplemente lo vieran.
Compró en una decena marketplaces de sitios rusos, indios, turcos, filipinos y de otros países. En algunos casos los resultados los vio en minutos y en otros, tal vez por la diferencia horaria como en India, se vieron 12 horas más tarde.
«Vos podés elegir pedirle ‘quiero tuits de Estados Unidos, o de Brasil’ para que la identidad sea de esos lugares», indicó. Eso es para darle más credibilidad al mensaje en cuestión.
También contrató «decenas» de estos robots automatizados para que comentaran el tuit con frases a favor de la democracia, incluyendo las palabras «Observa», «Observadores», «El Observador». «La idea era dejar en claro que estos bots dicen exactamente lo que yo quiera», indicó.
Estos fueron algunos de los comentarios que contrató:
- «En las elecciones pasadas, muchos observadores internacionales observaron el proceso».
- «Observa el impacto de la participación ciudadana en el bienestar común».
- «El observador crítico nunca deja de cuestionar a los líderes».
- «El observador activo siempre busca la verdad y la justicia».
- «El futuro de la democracia depende de que cada ciudadano se convierta en un observador informado».
¿Cómo darte cuenta que un bot es fraudulento?
- Perfiles. Investigar en los perfiles de los usuarios que hacen los comentarios. En los de Federico Revello se ve que tienen pocos seguidores, fotos de perfil de memes y caricaturas y no cuentan con información detallada. Además, algunos de ellos tienen mensajes en ruso.
- Números. Si una cuenta tiene una cantidad desproporcionada de seguidores, me gusta o retuits en comparación con su nivel de interacción y calidad del contenido, podría ser una señal de actividad de bots. En el caso del tuit de Revello, hay un inusitado aumento de likes y comentarios que no suelen haber en su perfil.
- Respuestas. En caso de detectar que son genéricas pueden ser un signo de automatización. En el caso del experimento, todas repiten la palabra «observador». Los interesados en comprar los bots buscan generar opinión a través de determinado léxico.
Revello dijo que hay herramientas tecnológicas que pueden ayudar a detectar bots. Sus nombres son: Botometer y Hoaxy.
¿Qué dice X sobre estos hechos?
X prohíbe esta práctica y señala:
«No puedes usar los servicios de X con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial, ni llevar a cabo acciones que manipulen u obstaculicen la experiencia de los usuarios o las defensas de manipulación de la plataforma en X».
X se compromete a mantener un entorno donde las personas puedan interactuar, encontrar información fiable y expresarse libremente, tomando medidas contra el spam y otras formas de manipulación para garantizar la integridad de las conversaciones.
Si se contraviene la norma, X puede tomar medidas que van desde la eliminación de publicaciones y bloqueos temporales hasta la suspensión permanente de las cuentas involucradas.
Fuente: El Observador