La Celeste se impuso 1 a 0 al local, con gol de Mathías Olivera.
Estados Unidos, dueño de casa y necesitado de los puntos, salió a buscar el partido imponiendo el físico y buscando a Pulisic, que hizo que la Celeste tuviera que dedicar buena parte de sus energías a aplicarse en lo defensivo.
Para Uruguay quedaba, entonces, el pelotazo largo a espaldas de los centrales, que dejaban algunos espacios, tanto por tener las líneas adelantadas como por desatenciones de mitad de cancha hacia atrás.
El juego intenso de Estados Unidos se impuso en los mano a mano, y la Celeste no lograba conectar tres pases seguidos. Era el local el que determinaba el ritmo del encuentro.
Sobre los 25 minutos, una jugada de pelota quieta en la que Maxi Araujo fue a buscar por arriba terminó con un susto. El del Toluca cayó al suelo visiblemente dolorido y fue reemplazado por Cristian Olivera.
A partir de la media hora, la Celeste se fue acomodando en el partido, comenzó a hacerse del balón y a imponer, por momentos, sus condiciones. A los 32 minutos una falta para a Uruguay fue la primera chance clara, ya que Darwin Núñez, en una avivada, sacó rápido y puso en carrera a Nández, que la tocó por encima del golero. La pelota se iba al fondo del arco pero llegó Ream, que ahogó el grito de tres millones.
Cinco minutos después, Olivera asistió a Darwin, que le pegó con la canilla y la sacó de la cancha, y otros cinco minutos después lo tuvo Pellistri, tras centro de De la Cruz, que le pegó mal y también la mandó afuera. En la contra, Pulisic exigió a Rochet.
De ahí hasta el final de la primera parte Uruguay no pasó zozobras pero tampoco tuvo la claridad necesaria para doblegar a un durísimo rival, y se fueron al descanso en tablas. Este resultado obligaba al conjunto yanki a regresar del descanso a todo o nada, porque en el otro duelo de la llave, Panamá se imponía a Bolivia por 1 a 0.
La segunda mitad comenzó como el primer tiempo, pero Uruguay se paró con más firmeza en campo y empezó a jugar con los nervios norteamericanos. Robinson avisó igualmente acerca de las intenciones locales, pero un cabezazo de Viña, que se fue afuera, puso en claro que los celestes no se conformaban con la igualdad.
Cuando iban unos pocos minutos, la tribuna local se ilusionaba con el empate conseguido por Bolivia, pero a los 65 un centro de De la Cruz encontró la cabeza del Araújo de Barcelona, el arquero Turner rechazó y en el rebote Mathías Olivera puso la apertura del marcador. Hubo dudas, pero el VAR convalidó el tanto.
A los 71, un extenuado Viña fue sustituido por Josema Giménez. Tres minutos después, Rochet tuvo su primer error grosero en el torneo: salió mal, la dejó servida para el ataque estadounidense y, providencialmente, despejó Ugarte en la línea. Para peor, en el otro partido, Panamá anotaba el segundo y complicaba a los locales. Todavía más.
Más cambios: salió De la Cruz, agotado, e ingresó Rodrigo Bentancur. El partido siguió en manos de Uruguay, que le empezó a bajar la persiana al encuentro. Uruguay hizo un esfuerzo tremendo (al igual que el conjunto estadounidense) para impedir la igualdad, pese a que los canaleros, en el otro escenario, marcaban el tercero ante los del altiplano y sellaban la eliminación del local.
A los 87 minutos entraron Suárez y Sebastián Cáceres, pero pasó poco. Rispidez, marca fuerte, fouls y alguna chance para Estados Unidos que la pericia visitante y los nervios de los necesitados coincidieron en desactivar.
Victoria por 1 a 0, puntaje perfecto y clasificación a cuartos de final. El sábado, a las 22:00, ante Colombia o Brasil, Uruguay empieza a jugar por las que duelen.
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