“No solamente se trata de buscar e incautar lo que se encuentra”, aclaran los uniformados, que destacan la “desmotivación reinante”.
La herramienta formaba parte de la propuesta de reforma constitucional “Vivir si miedo”, que a fines de la década pasada impulsara el líder nacionalista Jorge Larrañaga, hoy difunto.
Recientemente el tema volvió a estar sobre el tapete debido al presentación de una iniciativa impulsada por 71 parlamentarios que procura que el asunto se plebiscite durante las próximas elecciones nacionales.
En las últimas horas, el Sindicato de Policías Agremiados Canarios (Sidepac),emitió un comunicado en el que aborda el debatido asunto desde una mirada práctica: la de quienes deberán —en caso de que se aprueben— llevar a cabo los allanamientos nocturnos.
La misiva no se detiene en consideraciones políticas o filosóficas al respecto, y se centra una pregunta fundamental ¿Está hoy la policía preparada para esa labor?
“Quienes hemos participado en allanamientos diurnos, sabemos que se dan diferentes situaciones que, en su mayoría, no son felices”, explica el documento.
“Un allanamiento requiere de análisis de la zona y una estrategia planificada para llevar adelante dicha acción. No solamente se trata de buscar e incautar lo que se encuentra dentro de una finca y detener, si así lo amerita. Hay que tener en cuenta la seguridad de terceras personas, como así la de los policías mismos”, agrega.
“Este sindicato es abierto a cualquier herramienta legal que contribuya a combatir el delito, pero, en la situación que nos encontramos hoy, de recortes presupuestales alarmantes, que a modo de ejemplo recordamos, el Ministerio del Interior lleva más de tres años sin entregar uniformes, entendemos que no están dadas las condiciones presupuestales para tal fin”, sostiene Sidepac.
“Este tipo de operativos requeriría de una iluminación adecuada que contemplara más de una finca, el cuidado de familias linderas ante posible Intercambio de disparos, y es el horario en el que la población ya se encuentra en su hogar”, enumera el documento, que subraya que planificar allanamientos nocturnos requiere asimismo “recursos humanos suficientes para contener y brindar las condiciones necesarias para que ese allanamiento sea óptimo”.
Por lo expuesto líneas arriba, los policías canarios agremiados entienden que sus recursos y condiciones laborales no son los mejores para afrontar semejante responsabilidad.
“La realidad de Canelones hoy es que hay seccionales que no logran completar una dotación para patrullar su jurisdicción. Se recarga a otra seccionales para cubrir los faltantes, se siguen desvistiendo santos para vestir otros. replicándose la misma situación en tantos otros departamentos del Interior donde la carencia es idéntica o mayor”, lamenta el comunicado.
“Se habla de soluciones mágicas, pero no escuchamos propuestas para solucionar los problemas existentes que arrastra la Policía Nacional por décadas. Nadie habla de la crisis económica que está viviendo el policía en su hogar, donde el multiempleo es moneda comente. Nadie habla del Art. 222 y los beneficios para el que no lo hace y el que lo hace vive una peripecia todos los meses para cobrar, para conseguir horas y ver como el propio Estado que le prometió estabilidad económica le saca el pan de la mesa”, critica el sindicato.
“Allanamientos noctunos es igual a la capacitación generalizada de todo el personal policial, tanto jurídica como técnicamente. Y la realidad que vivimos hoy en materia de capacitación es que la policía tendría que dar un giro de 180 grados”, reza el mensaje.
Por otra parte, Sidepac considera que se debe “tener en cuenta la desmotivación reinante dentro del Instituto, y que se da por distintos factores”. Por ejemplo, “se prometió una mejora en el salario que no se va a cumplir, las condiciones laborales han empeorado, no se ha cumplido con la promesa en materia de vivienda y con la contención y formación en salud mental que hasta ahora es nula. No queremos ni imaginar lo que puede llegar a ser ante situaciones de desborde y pérdida del control en un procedimiento de esa complejidad, y sus efectos colaterales”.
“Esta Asociación lamenta que la Policía Nacional se politice, que se haya transformado en un botín electoral, y lo que más lamentamos es que no se aborden los problemas estructurales y de fondo, urgentes y latentes que vive hoy la Policía Nacional”, concluye Sidepac. / Fuente: Montevideo Portal