La captura fue en Nueva Palmira. La serpiente podría estar preñada de hasta 60 crías.
Una anaconda de 3 metros y 80 centímetros fue capturada el pasado sábado en Nueva Palmira, lugar al que llegó desde un barco remolcador que había partido de Bolivia, informó la organización Alternatus Uruguay.
Desde ese colectivo señalaron que se registró un ejemplar de esta especie en Uruguay en 1986 que alcanzaba los cuatro metros, pero no fue capturado.
El animal en cuestión es una anaconda amarilla, que está presente en Uruguay pero con ejemplares de hasta dos metros. La anaconda capturada en las últimas horas casi duplica ese tamaño.
Desde Alternatus Uruguay sospechan que la serpiente puede estar preñada y en ese caso podría tener hasta 60 crías.
Esto será analizado el jueves por la Facultad de Veterinaria en Montevideo, mientras que la anaconda permanecerá en el refugio de Alternatus Uruguay, ubicado en Piriápolis.
La anaconda no es venenosa, ataca a sus presas mediante un «apriete» lo que se conoce como especie constrictora.
El director de este refugio, Ignacio Etchandy, explicó hay un registro del año 1986 donde figura una anaconda «que pudo haber alcanzado los cuatro metros», aunque de esa oportunidad no existe material fotográfico, y asegura que el animal rescatado recientemente es la más grande que él haya visto.
El Ministerio de Ambiente determinará dónde es seguro liberar al animal y en qué momento hacerlo.
¿Cómo llegó la anaconda a Uruguay?
La anaconda amarilla fue encontrada en el casco de un barco remolcador que vino desde Bolivia. Según detalló el especialista, desde hace dos años es normal que este tipo de animales lleguen en embarcaciones desde el Río Paraná.
Los barcos paran en la provincia argentina de Corrientes, que es «el núcleo de la población (de anacondas) y los animales se suben a los barcos». «Cuando quieren acordar están acá en Uruguay», agregó.
Usualmente llegan ejemplares medianos dentro de las ruedas que cuelgan de los barcos, pero esta anaconda se metió en el casco del barco mediante una grieta. «Es una bestia», definió Etchandy.
El ejemplar fue descubierto y capturado por la propia tripulación del barco, luego fue entregada a la empresa Navíos en el puerto de Nueva Palmira. Esta empresa fue capacitada por Alteratus Uruguay para este tipo de situaciones.
El animal fue posteriormente trasladado al refugio de Alternatus Uruguay en Piriápolis por un funcionario de la Intendencia de Maldonado que es colaborador del refugio. / Fuente: El Observador