Se cumplió este sábado en la ciudad de San José de Mayo la 28a. Marcha del Silencio. Como ha sido tradicional, la concentración de los participantes se llevó a cabo en la Plaza de los Treinta y Tres Orientales, que luego transitaron por las calles 25 de Mayo y Ansina hasta la Plazoleta de los Mártires de la Democracia, ubicada en Ansina y Montagne.
«Esto es para que no haya más terrorismo de Estado, por los familiares de las víctimas y para crear cultura contra los delitos de lesa humanidad» reflexionó Bernardo Goñi, integrante de la Intersocial San José de Mayo, minutos antes de comenzar.
«No hay nación que se precie de tal que pueda seguir adelante si desconoce su pasado y si no reflexiona sobre algunas cosas especialmente horribles que hubo y que no pueden repetirse», añadió.
Goñi dijo que la marcha de este año tuvo una tónica diferente como consecuencia del juicio contra los ex militares Rubens Francia y Francisco Macaluso. «Tal vez no todo el mundo sepa que en el Batallón de nuestra ciudad se torturó de la forma más horrible. Sin dudas que por eso también hoy es un momento especial y, como dije, para ir generando cultura y que cosas como las que sucedieron no vuelvan a pasar».
Nahir Bell, también integrante de la Intersocial, se refirió a la situación de los desaparecidos de San José, Alberto De León Scanziani -vecino de Mal Abrigo, secuestrado en 1978 y presuntamente desaparecido en Argentina- y José Arpino Vega -oriundo de Cerro Largo, pero residente en Delta El Tigre al momento de su secuestro, en 1974- de quienes dijo que «no hay nada concreto que haya arrojado datos» sobre su destino.
«Se sigue indagando y naturalmente que sus familiares siguen clamando por su paradero», expresó.