Tras varios días de angustia, próximo a la hora 20 se conoció que el joven Leandro Daniel Olivera Acosta de 24 años de edad se encontraba sano y salvo en la localidad de Raigón en compañía de un hermano.
La última vez que su familia había sabido de él fue el pasado 27 de setiembre cuando salió a visitar a sus hijas, pero el encuentro nunca se concretó.

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