La piscina del Club Fraternidad no volverá a abrir, al menos, hasta los primeros días del mes de febrero del año que viene.
Esto debido a que en el marco de la construcción de la nueva piscina de hidroterapia, junto a la ya existente, la empresa responsable de los trabajos (C.E.I.) detectó una serie de problemas que se considera conveniente resolver en este momento.
«Sabemos que va a ser una molestia para los usuarios, pero esperamos poder reabrirla, ya con las dos piscinas en marcha en los primeros día de febrero», dijo el Intendente José Luis Falero en conferencia de prensa.
Uno de los problemas está centrado en el mal estado de una serie de caños de hierro galvanizado que, por un lado, llevan el agua caliente a la piscina y, por el otro, agua fría al sistema de acondicionamiento de aire del lugar.
«Están en muy mal estado y es necesario su recambio», enfatizo el arquitecto de la empresa, Javier Umpiérrez, quien se manifestó convencido de que tanto ésta como el resto de las obras no previstas deben ser ejecutadas «en este momento».
Pero además se detectó la necesidad intervenir y mejorar aspectos vinculados a las instalaciones eléctricas, alarmas, sistema de detección de incendios y pintura en diferentes ambientes, entre otros.
Falero indicó que los costos será asumidos con fondos de la Intendencia. «Si tenemos que postergar alguna otra cosa a fin de año, se postergar», comentó al respecto.
Umpiérrez, por su parte, destacó que el hecho de encarar las mejoras en este momento implicará un ahorro para el gobierno departamental, en virtud de que «la piscina está vacía y tenemos todos los subcontratos en marcha»