En el discurso de cierre de la Expo Prado, la Asociación Rural del Uruguay sostuvo que «una vez más el agro, cual chiripa, ha sido ladeado en el desarrollo de las políticas económicas del gobierno» y reclamó condiciones justas para trabajar en paz» en su discurso al cierre de la Expo Prado 2018.
Su Presidente, Pablo Zerbino, fue el encargado de dar el mensaje este sábado ante las autoridades, entre las que se encontraba el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech.
La ARU resaltó que “Uruguay es, ha sido y seguirá siendo un país exportador de bienes y servicios, el agro entre ellos, por más que muchos no lo entiendan o no lo quieran entender”.
Por eso reclamó una reducción de costos y mejora en la inserción internacional además de un combate al atraso cambiario. Dijo que es un sector que «no admite más postergaciones» porque la actual es una «política suicida».
«No es aceptable que en un mundo demandante de alimentos, con buenos valores internacionales, en un país bendecido para producir con calidad y en forma natural, la estructura de costos que soportamos nos lleve lenta pero inexorablemente a una nueva crisis», remarcó Zerbino.
Según Zerbino, “la falta de competitividad es la causa de la carestía para vivir y producir en Uruguay y también la causa de la emigración” por lo que reclamó “condiciones justas para trabajar en paz” tras mencionar el conflicto que se mantiene dentro del sector lechero.
«El equilibrio fiscal debe lograrse con aumento de la producción y no perjudicándola con impuestos ciegos que no contemplan la rentabilidad del negocio» acotó el presidente de la ARU. «Uruguay debería preocuparse más en mejorar la eficacia del gasto que en introducir cambios tributarios».
SIN EFECTO. El presidente de la ARU dijo que los últimos dos años han sido deficitarios en el vínculo con el gobierno. El diálogo “fue entrecortado” hasta enero de este año en que se gestó un reclamo mayor a instancias de la movilización que realizó Un Solo Uruguay.
Y posteriormente, dijo: «El gobierno sintió el impacto y procuró aplacar rápidamente los efectos de la movilización con medidas y exoneraciones impositivas tan parciales y acotadas que no surtieron el efecto deseado”.
Además “en las mesas de trabajo, más bien mesas políticas, faltaron aportes técnicos para formalizar soluciones y le faltó voluntad o recursos al Poder Ejecutivo para dar respuesta a los reclamos de las gremiales”, reclamó.
SINDICALISTAS. El presidente de la ARU realizó un pequeño resumen de cada uno de los sectores de actividad agropecuaria y planteó las dificultades que existen en cada uno de ellos y dijo que “es indiscutible el impacto negativo de un sostenido atraso cambiario en el desarrollo de los países”.
Además dijo que “las malas condiciones de acceso a mercados internacionales, hace que estemos en desventaja frente a nuestros competidores”, agregó.
Zerbino dijo que a nivel laboral “los sindicatos no son el problema, su función es más o menos relevante según el tipo de actividad empresarial que se trate pero la actitud de los sindicalistas al no ser parte de la solución son parte del problema”.
Remarcó que se hacen “reclamos salariales por encima de la inflación” que generan “una combinación nefasta que con efecto boomerang golpea duro aumentando el desempleo”.
«VOLUNTAD TENEMOS». El ministro Benech respondió a los ruralistas que existe «voluntad política» del gobierno en solucionar los problemas del agro y remarcó que se han tomado medidas.
«Voluntad política tenemos y medidas hemos tomado. Seguramente quieren más y necesitan más. Hay que seguir trabajando. Además de preocupados estamos ocupados», afirmó.
Benech dijo que «la esperanza es lo que no se compra. Se tiene o no se tiene. Pero sin esperanza no tenemos futuro» y si bien «hay situaciones difíciles, hay cosas que podemos hacer y otras no».
«Los costos del país, es cierto, son altos, pero se habla mucho de los costos de la energía, y en este último tiempo ha habido el cambio estructural más grande que es el de la matríz energética. Nuestro campo esta poblado de molinos de viento, y eso es inversión, un cambio y plata», afirmó.
Según Benech hoy se puede discutir el precio, pero no la existencia de energía o la falta de la misma. El ministro insistió en que el gobierno está «ocupado más que preocupado». (El País)
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