Se trata de niños y adolescentes que no concurrían a clases tras una fiscalización realizada en el mes de noviembre de 2017.
El Banco de Previsión Social (BPS) suspendió el pago de 15.068 asignaciones familiares a partir de enero, tras constatar que los menores beneficiarios no concurrían a clase.
El 45% son niños en edad escolar, mientras que el 55% restante, se trata de jóvenes que debían concurrir a liceos o locales de UTU y no lo hicieron.
En el mes de noviembre pasado, el organismo realizó una fiscalización que determinó que 16.149 alumnos de todo el país no concurrían a centros de enseñanza, ni públicos ni privados, formales o no formales, de los cuales sólo 1.081 regularizaron su situación.
Para volver a cobrar la prestación se deberá presentar la constancia que acredite la concurrencia o inscripción a un centro de estudio.
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