ASSE dispuso investigar una denuncia formulada por un hombre que afirmó que su esposa embarazada perdió al bebé por falta de atención en el Hospital de Libertad.
La pareja -compuesta por María Muriera de 21 años y Fernando Etcheverry de 30 años de edad- reside en una vivienda ubicada en el balneario Kiyú, en la zona del Parador Grande. Ella cursaba un embarazo de 18 semanas.
En la madrugada del sábado, aproximadamente a la hora 1:30, María sintió fuertes dolores, por lo que su pareja se comunicó con el policía asignado al balneario. Éste llegó hasta la vivienda y al constatar que la situación ameritaba un traslado se contactó con la Seccional Séptima de Libertad, para que enviaran un móvil que la llevara hasta el nosocomio de dicha ciudad. Eso no sucedió.
Desde la dependencia policial lo que hicieron fue llamar al hospital para que desde ahí se enviara una ambulancia a atender la emergencia. Eso tampoco se concretó. No obstante, el médico que se encontraba de guardia se comunicó con Fernando, quien le detalló la situación, especificándole que la joven se encontraba con pérdidas y que de seguir así “perdería al bebé”.
Según el denunciante, el médico le habría respondido que no se trataba de un aborto, sino que eran cólicos, por lo que le recomendó que le suministrara a su pareja un zolben y una buscapina. Al insistir para que le enviaran una ambulancia, recibió por respuesta: “acá no tengo ni partera, ni ginecóloga. Aguantate hasta mañana y te venís hasta el hospital”.
Desesperado, Fernando llamó a un vecino que posee un automóvil para que sea él quien los ayude con el traslado. Cuando se aprestan a hacerlo, a las 2:30 de la madrugada, María rompió bolsa en la puerta de su casa. Minutos después por fin llegaron al hospital de Libertad.
Fernando dijo a San José Ahora que en el nosocomio el médico “ni la revisó”, quien la chequeó fue una enfermera junto a otro señor, le tomaron la temperatura y la presión. Le constataron saturación de oxígeno en sangre, por lo que se decidió el traslado de la mujer embarazada al hospital Pereira Rossell de Montevideo.
Al nosocomio capitalino arribaron a las 5:15, a las 8:30 los médicos actuantes les informaron que nada podían hacer, confirmándose así que el bebé había fallecido.
Dolor e indignación
Fernando dijo a San José Ahora que su hijo llevaría por nombre Federico, y que ya le sentían “las manitos y patitas”. “Estamos destrozados» manifestó, y agregó que “no va a descansar hasta que se haga justicia por su hijo, que por un caso de mala praxis y negligencia, hoy lo perdimos”.
Debido a un cuadro de depresión profundo, María continúa internada en una sala del hospital Pereira Rossell. ASSE, mientras tanto, solicitó un informe de urgencia sobre el caso a su Regional Oeste
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