Tras una sesión de algo más de tres horas, la Junta Departamental rechazó los episodios de violencia que la han tenido en el ojo de la tormenta durante los últimos días, y resolvió crear la Comisión de Género.
La reunión -extraordinaria- fue convocada por las edilas titulares de Alianza y el FA tras las agresiones verbales del edil Mario Guerra del Sumate hacia la edila Susana Gásperi de Alianza y la denuncia de presión formulada por el periodista Jorge Gutiérrez Pérez.
Ante ello, la corporación resolvió «rechazar totalmente las actitudes de violencia que han ocurrido en esta Junta, comprometiéndonos a buscar los instrumentos para revertir esta grave situación» según reza el primer punto de la moción final.
«Crear la Comisión de Género como comisión permanente de esta Junta, integrada por siete miembros», es lo que establece el segundo.
Finalmente, dispuso que lo decidido sea comunicado a «las organizaciones políticas departamentales, a las 18 Juntas Departamentales y al Congreso Nacional de Ediles».
ANTIREGLAMENTARIO. Al momento de la votación, el Presidente del deliberativo, Danilo Vasallo, solicitó a la primera vicepresidenta Mitra Serena (FA) que asumiera la titularidad de la Mesa, por considerar que el punto referido a la Comisión de Género era antirreglamentario.
Es que el Reglamento Interno de la corporación establece que para crear una nueva comisión permanente debe, antes, conformarse una comisión especial para determinar, entre otras cosas, número de integrantes y objeto de trabajo y, posteriormente, modificar el propio Reglamento.
DE TODO. Durante la sesión, varias de las edilas convocantes hicieron referencia a numerosas situaciones que han vivido en lo que va del período.
«Las ofensas campean en esta sala. ‘Ya están las pesadas estas’, ‘siempre con el mismo tema’, ‘llegaron las locas’ son las cosas más suaves que hemos escuchado», expresó la edila de Alianza, Adriana Echegoimberry para quien el cuerpo ha ingresado en un estado de «violencia creciente que no se sabe a dónde puede terminar».
«Yo a vos te doy otro tipo de aventón» fue otra frase que las edilas aseguran haber escuchado de sus compañeros varones, y que fue aportada por la edila Ana Gabriela Fernández del FA. Fernández dijo también que algunos «han llegado incluso a cuestionar nuestra orientación sexual por reunirnos».
Susana Gásperi, por su parte, se dirigió directamente al edil Mario Guerra, a quien calificó de «mentiroso», y reiteró que su hijo ingresó a trabajar a la Intendencia a través de un sorteo realizado en el 2011.
Asimismo, y sobre las acusaciones de gastos excesivos al concurrir a las reuniones del Congreso de Ediles, la legisladora dijo que los montos «son los mismos que los que gastan el resto de los ediles y compañeros que forman parte de las delegaciones».
«Estamos hartas de todo esto. No damos más. La Junta está en lo más bajo que pueda existir» manifestó, por su parte, la edila Mariana De los Santos del Frente Amplio. «Hay violencia en el ambiente. No es sano», remarcó.
Javier Gutiérrez, también del Frente Amplio, sostuvo que lo que ha ocurrido en la Junta es producto de «una sociedad enferma» y dijo que lo que hace falta es «un cambio cultural». «Nos falta diálogo, conversar» manifestó Gutiérrez.
El edil también indicó que en períodos anteriores también hubo episodios de violencia de género. En tal sentido recordó que «de la edila Silvia Cabera siempre decían que vivía para hacer homenajes. Pero hoy hay varios que hacen cola para hacer homenajes», remató.
Juan Martín Álvarez, del Sumate, pidió no actuar con hipocresía y señalar todos los casos de violencia que puedan existir en la Junta. «No he visto a nadie hablar de la denuncia penal por violencia doméstica que pesa sobre un integrante de esta casa. Y además: el suplente de este edil es una mujer, ¿por qué no ocupa la banca?» preguntó.
DEFENSA. En el tramo final de la sesión, Diego Mariño, también del Sumate, defendió a Guerra, leyendo una carta de la Directora de la Escuela Técnica María Espínola Espínola, Adriana Delgado, en la que relata su relacionamiento con el edil cuando éste era presiente de la comisión de fomento de la Escuela Técnica de Rafael Perazza y ella, su Directora.
En la misiva, Delgado destacó la «caballerosidad» con la que Guerra siempre actuó en una comisión «en la que la mayoría eran mujeres». «Nunca recibí una queja ni ninguna disconformidad. Era incapaz de faltarle el respeto a alguna de sus integrantes», aseguró.
La docente consideró que en torno a los dichos de Guerra «está haciendo un mar de una gota de agua» y pidió no olvidar los contextos de los que proceden las personas y, por ende, sus características. «No se expresa igual un letrado que un peón rural», añadió.
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