Aunque en menor magnitud que en años anteriores, el de los caballos sueltos sigue siendo un problema en San José. Verlos pastar en plazas públicas, por ejemplo, es algo todavía habitual.
Y si bien es cierto que no es tan común, tampoco es raro que cada tanto se observe algún vacuno en situación similar, a la vera de calles o avenidas de barrios alejados del centro maragato.
El fallecimiento de un trabajador del frigorífico Inaler que al salir del mismo colisionó contra un equino en Treinta y Tres al Sur, hace ya algunos años, ofició de «gota que desbordó el vaso».
Las autoridades policiales de la época adoptaron algunas medidas y los animales prácticamente desaparecieron de la vía pública. Pero con el paso del tiempo, volvieron y se mantienen.
En la Rendición de Cuentas que actualmente estudia el Parlamento, sin embargo, un artículo parece tener como objetivo terminar con ese tipo de situaciones.
Según informó el sitio web de El Observador, el artículo 84 habilita al Ministerio de Ganadería a realizar el «sacrificio sanitario de los animales de especies productivas de dueño conocido y desconocido» hallados en la vía pública.
La disposicion se refiere a animales que hayan sido retenidos por las Jefaturas de Policía y que no fueron retirados por su dueño en tiempo informa, según indicó el medio capitalino.
El animal capturado será trasladado a un lugar específico que se determinará en cada departamento. Si aparece el dueño, será puesto a su disposición. En caso contrario, se sacrificará. La norma abarca vacunos, ovinos y equinos.
Además de los problemas de seguridad vial que pueden ocasionar por estar sueltos, al Ministerio también le preocupan los problemas que pueden generar en seguridad sanitaria, dijo el titular de la cartera Tabaré Aguerre.
Hasta ahora, no existía un marco legal para matar al animal luego de que fuera encontrado en la vía pública. «A cada rato vemos que hay un accidente de tránsito», señaló el Secretario de Estado.