Willi Lemes recorrió en bici a motor 4.287 kilómetros en 22 días; las marcas están en el Guinness.
Lemes, quien tiene su taller en el Buceo, en la calle Solano López, partió desde San José hasta Paysandú, cruzó hacia Colón en Argentina y en el vecino país pasó por Rosario del Tala, Córdoba y Alta Gracia, en donde está el museo dedicado al revolucionario argentino, organizado en la casa de veraneo de su familia.
Según informa diario El País, el uruguayo Willi «Bo» Lemes se sumó el pasado sábado al libro Guinness de los récords. Superó la marca que impuso en 1950 Ernesto «Che» Guevara al recorrer 4.000 kilómetros en una bicicleta con un motor Micrón por Córdoba, Santiago, Tucumán, Jujuy, Salta, San Juan y Mendoza.
Lemes nació en San José hace 54 años y durante cuatro décadas ha estado vinculado a las motos de diversa forma: como mécanico, restaurador coleccionista, competidor y viajero incansable.
En su último tour ya histórico transitó 4.287 kilómetros, desde el 5 de febrero. En total el viaje duró 22 días, con lo cual no solo batió la distancia alcanzada por un «Che» veinteañero sino que bajó notoriamente el tiempo de éste, que fue de seis meses.
Lemes, quien tiene su taller en el Buceo, en la calle Solano López, partió desde San José hasta Paysandú, cruzó hacia Colón en Argentina y en el vecino país pasó por Rosario del Tala, Córdoba y Alta Gracia, en donde está el museo dedicado al revolucionario argentino, organizado en la casa de veraneo de su familia.
Allí Lemes accedió a los archivos y la ruta efectuada por el Che. A partir de entonces siguió hacia Carlos Paz, Cosquín, y la zona de los leprosarios en donde el Che conoció a Alberto Granado, con quien en 1952 compartió otro viaje, pero en motocicleta, por países latinoamericanos.
Después Lemes prosiguió la marcha por la cordillera andina, Cayafate, luego hacia Tucumán, Santiago del Estero, y bajando entró por Salto.
Piñón fijo.
Con un motor Fido de tan solo 50 centímetros cúbicos que tiene 60 años y una bicicleta que pasó los 40 años fue así abriendo varias fronteras y soportando altas temperaturas, en jornadas que recorrió de 200 a 250 kilómetros.
Lemes hizo en solitario el 80 por ciento del viaje; en la partida lo había acompañado un amigo que iba en una scooter, hasta que ambos conjeturaron que la fido respondería a la perfección.
Para los controles de Guinness, la bicicleta a motor contaba con un spot satelital —tipo GPS— que brinda información diversa y tiene hasta un botón de pánico para el caso de que resulte necesario exigir un rescate, tal cual sucede en los rastreos de las competencias del Rally Dakar.
Lemes además iba tomando fotografías de su bicicleta junto a carteles que señalan el pasaje por pueblos o ciudades. También se incorporaron los registros de testigos.
La marca de 4.000 kilómetros fue igualada en el departamento de Flores; el sábado se daría el último paso al logro. El domingo Lemes fue recibido por una caravana de trescientas motos, de muchos amigos que tiene en Libertad y lo acompañaron hasta la llegada al único pueblo de Montevideo, Santiago Vázquez.
No era un requisito de Guinness completar la distancia por la senda total que lo hizo el Che. La exigencia para superar su marca fue que un sesenta por ciento del trayecto cubriera sí las rutas del antecesor.
En todo el viaje el bicimotor de Lemes sufrió una sola pinchadura, aunque él tuvo que cambiar cuatro cubiertas, por desgaste. «El motor es a rodillo y no a cadena y ese rodillo, para que se entienda, roza la rueda, la va quemando. Pasé por lugares que había 60 grados. Las Salinas de Santiago del Estero son terribles», contó a El País Willi Lemes, dueño de otro récord.